Pasar al contenido principal

Museo Histórico Nacional reinauguró la gran torre patrimonial de su edificio

En el 473° aniversario de la Fundación de Santiago:

Museo Histórico Nacional reinauguró la gran torre patrimonial de su edificio

Publicado el 12/02/2014
La edificación de 34 metros, construida en 1868, cuenta con una terraza desde la cual puede disfrutarse de la mejor vista a la Plaza de Armas, apreciando asimismo el mecanismo de su reloj, en funcionamiento.El espacio fue restaurado y habilitado gracias a un proyecto de arquitectura del segundo semestre de 2013, con un costo total de 130 millones de pesos aportados por la Dibam.

La ocasión no pudo ser más justa: en la celebración de la Fundación de Santiago (12 de febrero de 1541), el Museo Histórico Nacional reinauguró hoy la torre principal de su edificio, construido en 1868, permitiendo también, por primera vez, el acceso permanente del público a esta Torre que forma parte de un edificio que ha sido sede de importantes instituciones, como la Real Audiencia; la Casa de Gobierno y la Intendencia de Santiago, entre otros. La edificación original data de 1808.



En la ceremonia que se celebró ésta mañana en el patio principal del Museo, participó la Alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, la Directora de la Dibam, Magdalena Krebs, y el director del Museo Histórico Nacional, Diego Matte, quienes cortaron la cinta respectiva y develaron una placa bautizando el lugar como "Torre Benjamín Vicuña Mackenna", en memoria del intendente que realizó grandes transformaciones a la ciudad, las que dirigió, entre 1872 y 1874, desde ese edificio.



Tras las palabras de bienvenida, Diego Matte aseguró que "Este es un día muy importante para el Museo y para la ciudad de Santiago". La autoridad destacó asimismo el trabajo del equipo interdisciplinario que participó en el proyecto y en sus obras, que comenzaron en 2012, valorando el trabajo del relojero José Robles, quien mantiene funcionando en perfecto estado la compleja maquinaria traída desde Inglaterra en 1868.



"Es la primera vez que este mirador se abre al público. Este es un sueño hecho realidad", recalcó Diego Matte.



Por su parte, la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, manifestó: "Es una oportunidad maravillosa de recuperar este espacio que por tanto tiempo estuvo abandonado, deteriorado. Pero además al conocerlo y visitarlo, las personas van a tener la posibilidad de tener una vista del centro histórico que no tiene precedentes y que espero ayude a que conozcamos más Santiago, a que lo queramos y lo cuidemos más".



La alcaldesa se refirió a una verdadera revalorización del centro histórico de la capital, señalando: "Aquí hay una coincidencia de esfuerzos donde se suma este paso y todo lo que va a venir después en el Museo Histórico, que tiene por delante obras muy importantes de ampliación y de nueva museografía. Junto a ello, el Edificio Consistorial, que está recién reabierto; el Palacio Arzobispal, que está también en trabajos, y los mejoramientos que se están haciendo en la Plaza de Armas y en el Pasaje Bulnes, a los que espero se sumen otras iniciativas en Correos y en el Portal Fernández Concha", dijo Tohá.



Cerró la ceremonia la directora de la Dibam, Magdalena Krebs, quien señaló: "El trabajo de este equipo partió desde la investigación histórica multidisciplinaria. Creemos que con esto estamos abriendo un nuevo espacio de gran valor histórico y simbólico. Se suma a un interés creciente por ponerse a la altura, con estándares modernos, conservando lo que es el centro histórico de Santiago, específicamente su Plaza de Armas".



Las obras


En 2012, por medio de una licitación, se llamó a una propuesta para el diseño, habiendo sido adjudicada a la oficina de Mario Pérez de Arce. Durante 2013 se licitaron las obras de ejecución, resultando seleccionada la empresa Koch Constructora. El costo total del proyecto fue de 130 millones de pesos, aportados al Museo de forma extraordinaria por la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos.



El proyecto incluyó modificaciones a la sala de exhibición permanente y el ascenso a la torre se hace a través de una sucesión de escaleras de caracol, que conducen por los siete pisos de la edificación, contando cada uno con una museografía que relata la historia de la Plaza de Armas, del edificio del Museo, y de la obra de Vicuña Mackenna.



Los visitantes, al recorrer las instalaciones, podrán escuchar el sonido del centenario reloj (que opera en forma mecánica mediante un sistema de péndulo y contrapesos(, el que es amplificado para generar un ambiente sonoro.



Para los balcones de la torre, se realizó un concurso de diseño de baldosas con la empresa Córdoba, que las fabrica de manera artesanal. El diseño tomó como inspiración la forma de un copihue y los clásicos mostachos de Vicuña Mackenna.



Para el Director del Museo, Diego Matte, la obra "se constituirá en un símbolo de la ciudad y en un paseo imperdible de la Plaza de Armas, que se hizo considerando el espíritu de las obras del gran Intendente, Vicuña Mackenna que las hizo para entregarlas al disfrute de la ciudadanía".



Luego de la ceremonia, se dio paso al ascenso de las autoridades, quienes tocaron las campanas anunciando la buena nueva.



Durante todo el día, los visitantes pudieron subir a la Torre en forma gratuita y continuada, en grupos de seis personas.



Durante el resto del año, las visitas se harán de forma guiada, cada una hora, y el ascenso estará incluido en el precio de la entrada al recinto museal (adultos $600; tercera edad y estudiantes $300; delegaciones y escolares, gratuito, al igual que los domingos y festivos).