Hoy el tren al norte es un tren fantasma: sólo recuerdo. Pero en lo que antaño fuera la estación de ferrocarriles de Ovalle, hoy se sitúa la biblioteca pública Víctor Domingo Silva, donde los pasajeros han cedido su lugar a niños que juegan y leen. "Un día venía llegando un niño con su papá justo a la hora del cierre, y como no pudo quedarse, el niño hizo una gran pataleta, fue lindo" recuerda la directora de la biblioteca, María Malebrán Gallardo, cuando habla del impulso que ha dado su institución al incentivo de la lectura entre los más pequeños. Desde hace ocho años funciona un [!c:Rincón Infantil], siendo una de las primeras bibliotecas públicas donde se instaló esta idea. Libros, juegos, materiales para pintar y hasta títeres se encuentran en esta sala, que antes estaba "medio escondida", y se trasladó hace dos meses al [!c:hall] de entrada del recinto. Ahora no es posible entrar sin ver a los pequeños fascinados en su mundo de fantasías y hallazgos. "También hay una hora del cuento" relata entusiasmada María Malebrán, "y proyectamos películas". De esta manera, ya sea oral o visualmente los niños absorben historias. "Hace años había una sala de equipajes sin ocupar, y postulamos un proyecto al Fondart para convertirla en una sala de cine-video" agrega la directora. Así consiguieron equipos de muy buena calidad con los que exhiben películas gratuitamente durante todo el año. Ahora específicamente, en el verano, películas Disney para los niños. [!b:Leyendo espero] ¿Hay algo más aburrido que esperar en un consultorio? ¡Cuánto tiempo se pierde en las salas de espera! Más aún para los niños, cuya inquietud no admite razones. Atenta a esto, la biblioteca Víctor Domingo Silva llevó a cabo durante el semestre pasado, con auspicio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, el proyecto [!c:Leyendo espero] en el consultorio Marcos Macuada, instalando una biblioteca móvil atendida por una auxiliar de párvulo. Cualquier lugar puede ser apto para encantarse con un libro: "La idea es que mientras esperas en el consultorio puedes leer y aprender" dice Malebrán, quien agrega que como incentivo adicional "también se hace la hora del cuento". De esta forma se ha constituido una suerte de [!c:Rincón Infantil] en el consultorio, que ha tenido muy buenos resultados, y que quieren continuar: "La municipalidad nos ha ayudado mucho, nunca ha dejado botada a la biblioteca. Ellos nos facilitaron a la auxiliar de párvulo, financiada por el fondo que ganamos. Pero ahora queremos sensibilizarlos para que la auxiliar pueda seguir yendo al consultorio y retomar el proyecto en marzo".