En un acto oficial realizado en el Centro Hispanoamericano de Cultura, situado en el emblemático palacio del malecón llamado la "Casa de las Cariátides", la directora de dicho centro, Lesbia Méndez Vargas, procedió a denominar la biblioteca de la institución, en el segundo piso, con el nombre de "Gabriela Mistral".



Entre los asistentes se encontraba el embajador de Chile en Cuba, Rolando Drago Rodríguez, quien afirmó que el hecho no hace más que confirmar que el legado de la escritora, diplomática, pedagoga y Premio Nobel chilena, pervive en el país caribeño que ella amó. El diplomático destacó la pasión de Gabriela por la literatura y el humanismo. "Seguimos motivados por la obra y el pensamiento social de Gabriela y nos sentimos orgullosos y comprometidos con esta iniciativa", dijo Drago.



La nominación se fundamenta en la trascendencia de Gabriela Mistral (1889-1957) en la literatura y el pensamiento latinoamericano; la hondura de los estudios acerca de José Martí, y los vínculos establecidos con Cuba, precisó Méndez a la Agencia Prensa Latina.



"Sobresale la visión pedagógica mistraliana para advertir al mundo de las injusticias; su desempeño como colaboradora de la prensa; la relación con intelectuales de este país y con esta institución fundada en 1920 el musicólogo Fernando Ortiz", indicó Méndez.



Reacción en Chile



En tal sentido, Pedro Pablo Zegers, jefe del Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional y experto mistraliano, expresó: "En 1953 Gabriela Mistral visitó por última vez la isla para participar en los homenajes por el Centenario de José Martí. Aquí se reencontró con los amigos e intelectuales cubanos, entre ellos Dulce María Loynaz, en cuya casa alojó durante ese período. También participó activamente en los homenajes, dando lectura a uno de sus mejores ensayos, en torno a la figura del prócer cubano".



En una faceta poco conocida de la Premio Nobel, Zegers indicó que Gabriela Mistral incluso pensó radicarse en Cuba: "Para ello tuvo la intención de comprar una pequeña parcela que le permitiera realizar el cultivo de flores y árboles y a la vez gozar de las bondades del clima. Ya por esos años, su organismo no soportaba los rigores del frío europeo, y ante su posible regreso a Estados Unidos, prefería instalarse en Cuba, cosa que no prosperó porque, en definitiva, viajó a Nueva York acompañada de su amiga Doris Dana".



"Valoramos esta iniciativa porque pone nuevamente en valor el especial cariño que Gabriela Mistral siempre tuvo por Cuba, su gente y su cultura", finalizó Pedro Pablo Zegers.



Perspectiva mistraliana


Para Juan Nicolas Padrón, especialista de Casa de las Américas, "la oralidad aprendida para ejercerla en la pedagogía no solo influyó en la poesía de Gabriela Mistral, sino que también en la poética que desarrolló en la prosa".



A su juicio, "los diversos artículos periodísticos, algunos en forma de Recados; otros, breves narraciones, podrían considerarse mensajes orales, no pocas veces con un fin educativo, reveladores de la necesidad de una maestra pendiente siempre de infiltrar la enseñanza en cada una de sus obras".



En el ensayo "Gabriela Mistral, más allá de la poesía", expuesto en la Biblioteca del Centro Hispanoamericano de Cultura, Padrón señaló que "Generalmente su prosa persigue un objetivo o una perspectiva social, una proyección cultural y política de amplias dimensiones, con su habitual sencillez expresiva, coloquialidad de esencias y cierta rudeza o arcaísmo dentro de un lenguaje exquisito dominado con magistral soltura".



El vínculo armónico entre los valores de la sociedad americana y los principios de respeto a la madre naturaleza fueron predicados por Gabriela Mistral con pasión, cuando nadie lo hacía", afirmó.



Valores culturales


Adscrito a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, el Centro Hispanoamericano de Cultura, integrado al sistema de casas-museos y espacios culturales, orienta su trabajo hacia la exaltación de los valores de la cultura cubana, con herencia de la ibérica y la africana, entre otras.



La Biblioteca Gabriela Mistral contribuirá, sin dudas, al conocimiento d