Integrante de la llamada Generación de 1950, junto a Enrique Lihn y Enrique Lafourcade, entre otros, su producción literaria abarcó la poesía, la antología, la crónica periodística, el ensayo, la novela, la memoria y el diario de vida, los que comenzó a escribir el 25 de enero de 1939, un día después del devastador terremoto de Chillán, cuando vivía en Lautaro.

Alfonso Calderón Squadritto tuvo una cercana relación con la Dibam, ya que se desempeñó como subdirector de la Biblioteca Nacional en la década de los '90 y director de la Revista Mapocho. También, fue miembro de la Academia Chilena de la Lengua.
Nació en San Fernando en 1930. Aprendió a leer a los tres años gracias a su abuela y a los 10 años ya era lector de Crimen y castigo, de Dostoievski. También fue un precoz lector de revistas como El Peneca y de historietas como las de Tarzán, Dick Tracy y Mandrake.
Se inició en la crítica literaria a los 20 años en los diarios El serenense y El día, de La Serena. Años después ejercería su labor en las revistas Ercilla, Hoy y Apsi.
La costumbre de escribir un diario la mantuvo durante toda su vida. En el libro La valija de Rimbaud (1939-1952) abarcó el período comprendido entre su infancia y adolescencia. En Cayó una estrella resumió sus experiencias entre 1952 y 1963. La serie continuó con El vuelo de la mariposa Saturnina (1964- 1981), El olivo viejo que lloraba (1981-1989), El misionero involuntario y En el bosque de Macbeth (1993-1996).
Realizó sus estudios en Los Angeles y Temuco, llegando a Santiago para ingresar al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, donde se titula como profesor de Castellano y periodista.

Reconocido por su prodigiosa memoria y su generosidad, dentro de su labor destaca la recopilación de obras que realizó de importantes escritores nacionales, como Augusto D Halmar, Joaquín Edwards Bello, Teófilo Cid, Ricardo Latcham y Martín Cerda.

Entre las obras más destacadas de su trayectoria literaria se encuentran Memorias de memoria, que está compuesta de tres mil páginas y dividida en siete tomos, Primer consejo a los arcángeles del viento, El país jubiloso, La Tempestad, Antología de la poesía chilena contemporánea y sus últimas creaciones Memorial del viejo Santiago y Una bujía a pleno sol, lanzado en 1997.

En los últimos años estuvo abocado a la investigación y a los talleres y docencia en la Universidad Diego Portales.