"No era yo un niño loco, o por lo menos no era el único loco en el mundo. ¡Gran Felicidad! Había otros, había otros seres extraños a quienes también fascinaba, torturándolos, la literatura, y estaban allí, bajo un mismo techo", recuerda Luis Oyarzún. Fueron sus años en el Internado Barros Arana, lugar donde conoció y emprendió el lirismo junto al estudiante Jorge Millas y los inspectores Nicanor Parra y Jorge Cáceres. Perteneciente a la generación de 1938, Luis Oyarzún, escribió poesía, novelas, ensayos, critica literaria y crónicas, caracterizándose por poseer un "espíritu demasiado libre como para encasillarse en una sola disciplina humanística", como lo propone el prólogo de la publicación [!b:Taken for a Ride], recientemente editado por RIL Editores y el [!N:www.dibam.cl/biblioteca_nacional/archivo_escritor.htm Archivo del Escritor] de la [!N:www.dibam.cl/biblioteca_nacional/home.asp Biblioteca Nacional]. La publicación reúne una muestra extensa de la obra de Oyarzún, donde nos encontramos con artículos; semblanzas; reportajes; notas; ensayos, y reseñas a publicaciones. Un conjunto que versa sobre diversos temas como literatura; pintura, estética; teatro; ecología, y cultura e identidad hispanoamericana. Todos ellos compilados y clasificados temáticamente en siete partes, por Thomas Harris E., Daniela Schütte G. y Pedro Pablo Zegers B. El libro cuenta con un octavo cuerpo más, donde Jorge Teillier, Antonio Avaria, Jorge Millas y Hernán Poblete reseñan cada cual a su modo al autor. "El pequeño Larousse ilustrado", como lo llamaba Nicanor Parra, por ser de estura baja y de un abundante conocimiento, fue prolífico tanto en su obra como en sus viajes. Recorrió Chile y el extranjero en compañía de un diario íntimo. Así, estando en el desierto de Atacama o en Estados Unidos; en Europa, India o China; en Irlanda, Inglaterra o en su natal Santa Cruz, anotaba todo lo que veía, reflexionaba, amaba u odiaba, dando pie a muchos de posteriores artículos y ensayos que más tarde publicaría en diarios como [!c:La Nación] o revistas como [!c:Pro Arte]. Entre las amplias preocupaciones del autor, quien además fue presidente de la Sociedad de Escritores, en 1954, y desempeñó el cargo de decano de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad de Chile en 1958, se observa una notable reflexión hacia las artes y la estética como asimismo hacia la ecología. Estas tomarían forma en dos publicaciones póstumas: [!c:Defensa de la Tierra], 1973, y [!c:Meditaciones estéticas], 1981. Aunque publicó varios libros antes de su muerte, en 1972, a los 52 años, el desconocimiento que se tiene de su obra y la contemporaneidad de ella ponderan el valor de la compilación "Take for a Ride", emergiendo el trabajo de este silencioso autor, conocido mayoritariamente por sus pares, cosa antes comentada por Teillier: "...creo que Albert Camus expresó que en nuestros días había dos tipos de escritores. Uno, el de aquellos famosos por circunstancias anecdóticas, al amparo de la prensa o la propaganda, y que no cuentan con lectores, porque se compran sus libros esencialmente para estar en la moda. Otro, el de aquellos que son desconocidos por la masa, pero cuya obra va ganando lentamente un círculo de fieles lectores. Luis Oyarzún pertenece a este segundo tipo".