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LOS SECRETOS DE NUESTRA HISTORIA NATURAL

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LOS SECRETOS DE NUESTRA HISTORIA NATURAL

Publicado el 29/01/2007
Si usted está de vacaciones, no puede dejar de visitar el Museo Nacional de Historia Natural. Sin usar una nave espacial podrá conocer restos de roca lunar, el esqueleto de una gran ballena o simplemente hojear las primeras y valiosas ediciones del Atlas de Claudio Gay en la Biblioteca Juan Ignacio Molina.

Conocido como [!c:La Casa de la Ballena], el [!N:www.dibam.cl/historia_natural/index.asp?id_subsubmenu=1082&id_submenu=1… [!b:Museo Nacional de Historia Natural]] es un imponente edificio que entre sus paredes cobija las más increíbles piezas arqueológicas, históricas y naturales, además de la Biblioteca Juan Ignacio Molina (1740-1829), nombrada así en homenaje al destacado biólogo, historiador y naturalista sepultado en la Parroquia del Niño Jesús, en Villa Alegre, VII Región. Camino a la biblioteca, se atraviesan enormes pasillos llenos de notables baluartes del reino animal y científico. [!c:La Ballena] es una de las reliquias más admiradas por los visitantes, la que fue traída en 1885 desde Valparaíso por Rodulfo Amando Philippi, quien por ese entonces dirigía el museo. "Traerla costó 1.500 pesos de la época, y su traslado fue en tren y luego a carreta" recuerda, sonriente, el investigador de entomología de la entidad, Ariel Camousseight. En la actualidad, el Museo Nacional de Historia Natural es uno de los más antiguos de América; fue fundado el 14 de septiembre de 1830 por el naturalista francés Claudio Gay, quien fuera contratado por el gobierno de Chile para realizar un completo estudio sobre Chile y "formar un gabinete de Historia Natural, que contenga las principales producciones vegetales y minerales del territorio". De este esfuerzo surgieron los 24 volúmenes de la "Historia Física y Política de Chile". Muy poca gente sabe que Chile es uno de los pocos países que conserva un trozo de materia lunar obsequiada por el gobierno de Estados Unidos, la que se exhibe con especial cuidado en las salas del museo. Allí, adultos y jóvenes se detienen varios minutos a observar a través de una lupa la roca del espacio o [!c:el meteorito], como le dicen los más pequeños. Sin duda, una pieza única. Finalmente, aparece la Biblioteca Juan Ignacio Molina. Entre sus textos se encuentran las primeras ediciones del atlas de la Historia Física y Política de Chile de Claudio Gay, documento de valor incalculable que posee 315 láminas -algunas de las cuales acaban de ser reeditadas- que describen y clasifican el Chile antiguo, como el incendio de Valparaíso de 1845, la flora y fauna de nuestro país o los mapas del territorio de ese entonces. "Acá se pueden encontrar publicaciones científicas, papers, revistas y una amplia gama de estudios naturales", asegura la encargada del área, Paula Villaseca. Durante todo el año llegan biólogos e investigadores de todo el mundo a consultar textos para trabajos científicas. Dentro de éstos aparece el imprescindible Boletín del Museo de Historia Nacional, el cual contiene contribuciones inéditas sobre las diferentes disciplinas naturales. "Es una publicación muy cotizada porque, por ejemplo, una de sus ediciones trae la "hipótesis del origen y edad del bosque de Fray Jorge, en Coquimbo, material que sólo está acá" sostiene Paula Villaseca. [!b:El Niño del Plomo] Uno de los historias mas increíbles que resguarda la entidad cultural es la de [!c:El Niño del Plomo]. El 1 de febrero 1954, tres cateadores que buscaban una mina de plata encontraron, entre las pircas de piedra de un santuario incaico ubicado en el cerro El Plomo, a 5.400 metros sobre el nivel del mar en la cordillera frente a Santiago, el cuerpo congelado de un niño indígena de aproximadamente ocho años. Desde su hallazgo, el cuerpo permanece en el Museo Nacional de Historia Natural, constituyendo la pieza antropológica más valiosa del patrimonio resguardado por la institución. "Ofrendado al sol hace más de 500 años, de acuerdo a un ritual religioso del Tawantinsuyo, el ñiño contaba con aproximadamente ocho años de edad al momento de su sacrificio. Acompañado de los sacerdotes y oficiantes, habría ascendido al cerro El Plomo", afirma Camousseight, quien asegura que el cuerpo es uno de los segmentos más visitados y consultados por los visitantes, sobre todo los extranjeros. El Museo Nacional de Historia Natural esta abierto al público de martes a domingo, de 9:00 a 17:30 horas, y además ofrece ciclos de conferencias, de cine y capacitaciones.