La invitación era a conversar sobre patrimonio y comunidades en el marco de la institucionalidad cultural y de una iniciativa conjunta entre el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y la Universidad Adolfo Ibáñez.

Magdalena Correa, encargada de Contenidos y Proyectos Institucionales de la Dirección del Servicio fue la moderadora de la actividad que se inició con la presentación "Más allá del relato: Pensar el patrimonio desde los afectos" a cargo de Juan Pablo Vilches, investigador y académico del mencionado plantel universitario.

En su exposición se refirió a las distintas relaciones que establecemos con el patrimonio y el rol que desempeñan las comunidades, a partir, por ejemplo, de los últimos hechos de alteración y destrucción de monumentos ocurridos en Estados Unidos y Europa que reflejan los conflictos raciales que aún experimentan las sociedades con una historia de esclavitud..

Insistió en que las violentas reacciones de las comunidades afrodescendientes ante monumentos que destacan figuras relacionadas con la comercialización de esclavos nos están dando una señal que en su opinión podría interpretarse a través de la teoría de los afectos. "Hablamos de nuestra capacidad para experimentar un rango de respuestas sensoriales desde el intercambio con otros, con el entorno ya sea natural o construido, la cultura material y desde el trabajo de la memoria".

De esta forma, añadió el especialista, "podemos entender el patrimonio como una experiencia que se vive, que no es estático, se trata de los objetos y las prácticas que catalogamos como patrimoniales y el vínculo que establecemos con ellos".

Desde esta perspectiva, el papel que juega la institucionalidad es clave y a la vez muy complejo, ya que no puede regular esta relación del todo, pero sí tiene la capacidad de afectarla. Al respecto, recordó a los canteros de Colina y su lucha porque su oficio y saber fueran protegidos, sin embargo se vieron enfrentados a una ley que privilegiaba lo monumental, lo cual se plantea modificar en la nueva legislación mediante otras categorías para dar espacio a componentes inmateriales y mecanismos de participación local.

A continuación, vino la ponencia "Chuse, un manto de memoria comunitaria" con Magdalena Pereira, directora del Centro de Estudios del Patrimonio de la Universidad Adolfo Ibáñez. En su presentación, hizo una reflexión del "Chuse" un textil que se encuentra en distintos templos del norte grande (En las regiones de Tarapacá, Arica y Parinacota, y Atacama) y cuyas comunidades solicitaron poner en valor.

Pereira habló del proceso de rescate y conservación de este elemento amenazado con el paso del tiempo por el olvido y la pérdida, para que volviera a la vida con iguales o renovados usos.

Señaló que la pérdida de este conocimiento sobre el "Chuse" tiene que ver con factores como la cadena productiva, y las dificultades para encontrar a quienes puedan reproducirlos, herramientas asociadas al textil, la chilenización, es decir, a la prohibición del habla aymara que fue fruto de la colonización chilena del territorio, el despoblamiento, la construcción de las grandes carreteras y el centralismo que se replica en cada región. "En Arica, un 98 por ciento de sus habitantes vive en la ciudad y el resto en los pueblos con alrededor de 40 habitantes. El andino mantiene esta condición de tener doble domicilio, de subir y bajar, pero gracias a ellos que se van manteniendo muchas de las tradiciones", sostuvo la experta, quien hizo un llamado a volver a mirar las herencias culturales, desde la institucionalidad, y nueva ley como esperanza de hacer justicia en el caso del "Chuse".

Finalmente, el arquitecto y director del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, Carlos Maillet, realizó una exposición sobre la institucionalidad cultural, sus avances a dos años y medio de la creación del Servicio y las oportunidades y desafíos que esto trae a la comunidad.

En primer lugar, efectuó una reseña histórica de este proceso de cambio que incluye el nacimiento de la Dibam en 1929 y cuyo continuador legal es el Servicio que hoy cuenta con una institucionalidad enfocada en la descentralización y el territorio, con unidades y 16 directores regionales ya nombrados, con una infraestructura formada por 24 museos regionales, 427 bibliotecas, 2 archivos regionales, además de las instituciones nacionales.

Maillet señaló que una mayor eficiencia, eficacia y autonomía de las regiones favorece la relación de las comunidades con sus pueblos originarios, patrimonio material e inmaterial y bibliotecas desde Visviri hasta Puerto Williams y todas conectadas a internet, un aspecto muy relevante frente a la coyuntura sanitaria.

En alusión a las presentaciones de Juan Pablo Vilches y Magdalena Pereira, destacó que la institucionalidad cultural y patrimonial establece nuevos parámetros con las comunidades y sus tesoros, donde ya no es solo almacenar acervo, sino que también la historia familiar, la experiencia que por medio de un objeto revive una comunidad.

Por otro lado, valoró la relación que pueden tener los museos con las audiencias mediante las nuevas tecnologías, aumentando la oferta y fomentando la demanda, y enfatizó que las visitas presenciales son irremplazables y que las virtuales la complementan. En la misma línea, mencionó el caso de las bibliotecas y el ejemplo de la Biblioteca Pública Digital. "Actualmente con la tecnología pasamos de ser consumidores a ciudadanos digitales con una experiencia de acervo más democrática", enfatizó Maillet.

El conversatorio culminó con una ronda de preguntas e intercambio de inquietudes entre los expositores en base a los comentarios recibidos durante la transmisión.

Quienes deseen revisar el webinar completo pueden hacerlo a través del siguiente enlace https://www.facebook.com/watch/?v=283768829480245