Era una invitación a recordar, reflexionar y dialogar en torno a un hecho que dio la vuelta al mundo y hoy todavía es señalado como el más devastador terremoto registrado en la historia de la humanidad. Se trata del sismo y posterior tsunami ocurrido en Valdivia y sus alrededores el 22 de mayo de 1960.

Para conmemorar este hito, desde la Dirección Regional de Los Ríos del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural se organizaron distintas actividades virtuales a las que se sumaron las regiones de Biobío, La Araucanía y Los Lagos. Todo ello, con el objetivo de rescatar, conservar y visibilizar imágenes, testimonios y documentos del mencionado acontecimiento desde una mirada positiva, educativa y resiliente.

Una de esas actividades fue el webinar transmitido -y disponible- a través del canal de Youtube del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, que contó con la participación de su director Carlos Maillet, el director del Museo de Sitio Castillo de Niebla, Gonzalo Aravena, la directora regional Florencia Aninat y el profesor del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile, Carlos Rojas.

En su introducción, Maillet destacó el proceso de implementación de la nueva institucionalidad en el que se encuentra el Servicio, dependiente del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, ya que ha permitido su descentralización mediante la instalación de oficinas regionales y sus correspondientes unidades. En ese sentido, remarcó la importancia de la gestión del acervo, porque realza la historia de las regiones. "Este tipo de catástrofes naturales nos convocan a una resiliencia colectiva y al colaboracionismo a partir de las herramientas digitales en forma democrática e inclusiva".

Maillet señaló que hoy también decimos que la memoria salva vidas. "El patrimonio no es un adorno o un artefacto que uno pone en una repisa y lo mira con nostalgia y melancolía, es un bien de primera necesidad para la educación y el futuro, pues contribuye a prevenir desastres que nos desafían constantemente".

Florencia Aninat, directora regional del Servicio agradeció las palabras del director nacional y como antesala al tema de conversación invitó al profesor Rojas a hablar del ruido. "Ese ruido ciego y ensordecedor que antecedió al sismo que se repite en los relatos y, seguramente, tiene una explicación geológica que a veces se queda en nuestra memoria".

El académico explicó que el ruido que antecede y acompaña a algunos sismos se produce al propagarse la perturbación, "que son las ondas sísmicas con un tipo de onda que es la más rápida que avanza alrededor de 6 kilómetros por segundo y cuando interactúa con el aire de la superficie del suelo se genera el mencionado ruido que algunas personas perciben como si fuera la descarga de una camionada de ripio o un camión grande pasando a alta velocidad".

Agregó que junto a ese sonido que retumba en el lugar donde uno está ubicado, se va sumando el de objetos que salen del reposo y empiezan a oscilar y caen y en el caso valdiviano es una mezcla de sonidos muy extraña, muy fuerte e impactante.

Aninat a su vez comentó sorprendida que es "como si la naturaleza quisiera indicarnos algo, cuando los animales adoptan un comportamiento pareciera que quisieran darnos una pista, sin embargo igual los terremotos nos toman por sorpresa y eso es parte del desastre", añadió.

Rojas, por su parte, admitió la existencia de muchas experiencias reportadas en que algunos animales perciben ciertas frecuencias "que los seres humanos no logramos hacerlo, e incluso en países orientales han recogido esas vivencias para salvar vidas".

Otra de las iniciativas para mantener viva la memoria de lo sucedido hace 6 décadas es la muestra digital #A60del60 compuesta de una selección de 50 fotografías, que propone una lectura evocativa al desastre desde la colaboratividad, pues las reseñas de cada imagen fueron aportadas por personas e instituciones de la región, para así construir el recuerdo de ese 22 de mayo de 1960.

El director del Museo de Sitio Castillo de Niebla, Gonzalo Aravena, aprovechó el webinar para hacer una exposición y recorrido virtual por la galería, cuya selección de imágenes proviene de la colección del doctor Gustavo Aldunate Noel, que fue donada por su hijo Eugenio Aldunate a la plataforma Enterreno Chile, desde donde fue traspasada al museo para la conmemoración del hito.

A ello se unen registros que son aportes de Fernando Muñoz de la Fuente. En el caso de la colección de la familia Nicolás Arias, ésta fue cedida en digitalización de alta calidad por medio de Ediciones Kultrún. Todas estas colecciones digitales reúnen un total de 92 fotografías.

Aravena destacó que mediante los pies de foto, textos breves que acompañan a cada imagen, se propuso a la comunidad, autoridades, investigadores, académicos, arquitectos, al cuerpo de bomberos, amantes de la historia y entidades colaboradoras, a connotar las fotografías de memorias, alcances, comentarios que inviten a la reflexión desde diferentes aristas, entrecruzando contenidos, conocimientos y experiencias sobre el tema.

La muestra incluye citas y referencias de textos de investigación y documentales como "La Respuesta" del historiador Leopoldo Castedo, un estudioso vecino como Boris Borneck y la colaboración del propio Rojas, quien junto a Carlos Maillet y Florencia Aninat intercambiaron inquietudes, comentarios y recuerdos finales sobre las imágenes expuestas en línea.

#A60del60 es una iniciativa que se trabajó como equipo, desde la gestión, coordinación y levantamiento de información y se agradece a quienes colaboraron y han visto en estas fotografías un portal para compartir recuerdos, reflexiones y saberes que dan cuenta del enorme patrimonio que dejó el terremoto.

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