Hace algunas semanas se retiró la intervención Lo popular emancipador 8M, de la artista Nayadet Núñez Rodríguez, que se ubicó en el hall del Museo Nacional de Bellas Artes. Su última interacción con la comunidad visitante al museo ocurrió durante las fechas del Día de los Patrimonios, donde fue el centro de las acciones mediadoras de su programación. La forma en que fue concebida, desde los pulsos creativos de Nayadet hasta la mirada curatorial de Gloria Cortés, y cómo fue desplegada en el hall, en contacto particular con los/as visitantes, permitió activar y explorar distintas dimensiones de la práctica artística. La intervención, que tensiona las copias clásicas de cuerpos masculinos situadas en el hall del museo con tres piezas de cerámica negra de Quinchamalí, creadas por la artista visual, abrió un espacio no sólo para reflexionar en torno a las relaciones complejas entre el arte considerado popular y las tradicionales bellas artes; sino que, también, permitió instalar un canal mediador y dialógico con quienes transitaron por el museo. 

Durante las fechas del Día de los Patrimonios, como programa, participamos de las visitas mediadas, realizadas por el área de mediación y educación del MNBA, compartiendo un diálogo en torno al alcance y potencia de Lo popular emancipador 8M y, también, cómo la intervención permite develar la dimensión política detrás de la labor de esta área clave en el espacio museal, que sitúa en el centro la reflexión colectiva desde un enfoque de derechos. 

¿Qué vuelve esta intervención una propuesta con enfoque de género? Matías Cornejo González, integrante del equipo de mediación y educación del museo, y quien estuvo a cargo de la visita mediada, rescata sus orígenes e intencionalidad del museo por tensionar algunas piezas de la colección con obras contemporáneas de artistas mujeres, especialmente, para fechas sensibles como el 8M. En este caso, las esculturas de figuras masculinas El esclavo rebelde, Sófocles, el San Jorge  y la representación femenina en mármol clásico de la Venus Arrodillada, se confrontan con el trabajo de Nayadet “que, también, nos presenta una figura humana femenina, pero desde una perspectiva que no pertenece a la Academia, sino que desde un oficio popular donde la materialidad, el mármol versus la artesanía, desde la concepción de un artista mujer, activa el gesto político de tensionar las representaciones de un cuerpo humano no estereotipado y que no encaja con el canon académico europeo”, comenta develando las múltiples lecturas que se desprenden de la práctica de la artista, que, por un lado, rescata una tradición, pero, también, una mirada como activista y artesana.

No es casual que la intervención se haya desplegado en el hall y no en lugares periféricos del museo, ya que ese gesto refleja una decisión relevante que busca fortalecer el enfoque de género a la hora de pensar las exhibiciones y el estudio de las colecciones.  En términos de recepción y contacto con la comunidad visitante, Matías, releva que, como equipo de mediación y educación del Museo, por lo general, tienen buenas experiencias, especialmente, con estudiantes y jóvenes universitarios/as, quienes retroalimentan y se identifican con las exhibiciones, como fue el caso de Lo popular emancipador 8M. “Pero, claro, también hay un grupo menos receptivo, más reacio a los cambios y que quizás no es tan numeroso, pero existe y se hace visible en sus comentarios, considerando, por ejemplo, que gestos más políticos no debiesen ser incorporados a los discursos del Museo”, explica Matías, enfatizando que, desde ese lugar, el área de mediación y educación, ha venido proponiendo nuevas lecturas, discusiones y talleres en torno, en otros ejes, a la representación del cuerpo a partir de las colecciones del museo y sus exposiciones temporales. En esa línea, una de las piezas de la intervención, “Berta”, fue adquirida por el museo a través de la figura de donación de la artista, por lo que, hoy, además, integra la colección del MNBA.

La invitación es a conocer las acciones educativas, de mediación artística y divulgación de este equipo coordinado por Graciela Echiburu Belletti e integrado, también, por María José Cuello González, Constanza Nilo Ruiz y Mariana Vadell Weiss. Un archivo de experiencias que definen y marcan una hoja de ruta clave para pensar en una gestión patrimonial actual, diversa y en correlato con las transformaciones que vive el país.