A casi dos meses de que se cumpla una década desde que la Unesco integrara a la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a los Bailes Chinos, se renovó el compromiso del Estado de Chile de salvaguardar esta centenaria tradición devocional, durante el Tercer Encuentro Nacional de esta expresión de cultura popular, que se desarrolló en el Pueblo de La Tirana, en la Pampa del Tamarugal.

La directora del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Serpat), Nélida Pozo Kudo, destacó el éxito de la convocatoria, a la que llegaron cerca de dos centenares de chinos de seis regiones del país, entre Tarapacá y Valparaíso, y agradeció a la agrupación anfitriona, la Sociedad Religiosa Baile Chino del Carmen, de Iquique, representada por su caporal, Daniel Mansilla, y su presidenta, Elizabeth Acevedo.

Se trató de una jornada de reflexión, diálogo y evaluación, que se desarrolló entre el viernes 30 de agosto y el domingo 1 de septiembre, en dependencias del Santuario Nuestra Señora del Carmen de La Tirana, con presencia de la delegada presidencial del Tamarugal, Camila Castillo, y la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Tarapacá, Rose-Marie Acuña. También participaron los directores regionales del Servicio Nacional de Patrimonio Cultural de Tarapacá, José Barraza; de Atacama, Catisis Lobos; de Coquimbo, Enrique Gutiérrez; de Valparaíso, Salvador Angulo; y de Antofagasta y Metropolitana de Santiago, Gabriel Díaz.

Patrimonio Inmaterial

“Agradezco a los funcionarios de la Subdirección de Patrimonio Cultural Inmaterial, liderados por Constanza Muñoz, que hicieron posible este encuentro tan esperado, tan anhelado, tan postergado, que nos permite trabajar en comunidad, para revisar los planes de salvaguardia, para ver cómo el Estado y los Bailes Chinos podemos avanzar juntos y juntas, para cumplir con lo que tenemos que hacer, que es proteger esta expresión del Patrimonio Inmaterial de Chile, que no es solo de Chile, sino que de la Humanidad”, sostuvo Nélida Pozo.

Subrayó que “el trabajo de salvaguardia es un trabajo en conjunto, que se ejecuta junto a los Bailes Chinos. No es solo el Estado ni son solo los Bailes: Es un trabajo colaborativo”.

Recordó que al encuentro de La Tirana le antecedieron el primero, que se desarrolló en 2015, en Mantagua, y el de 2018, en Andacollo. “Es importante reconocer que estamos ante una tradición devocional de más de 350 años, de presencia continua en Chile. Los Bailes Chinos son un aporte muy relevante, porque nos conectan con las raíces más profundas de nuestro pueblo, con un sentido de arraigo e identidad muy importante. Nos hacen sentir que somos parte de un universo mayor. Esta fiesta de los Bailes Chinos tiene una particularidad, que es su sentido comunitario, en torno de sentimientos, en torno de la fe, de la trascendencia y la solidaridad”, aseveró.

“Nos hemos juntado para decidir cómo seguimos adelante con este acuerdo que establecimos hace 10 años, cómo el Estado de Chile cumple con la Unesco, pero, por sobre todo, cumple con ustedes, con las comunidades de Bailes Chinos y con la comunidad en general”, agregó.

“Los Bailes Chinos son una tradición devocional que aporta singularidad, porque no hay otra, y aporta también diversidad cultural. Es un ritual autoconstruido por las comunidades. Tienen como particularidad su danza, y el sonido de las flautas y tambores. Y también el sentido del canto. Todo aquello habla de nuestro origen indoamericano. Y eso es lo que debemos honrar”, enfatizó

“No sé si es la ‘Chinita’ (Virgen del Carmen), no sé si es La Tirana, el sol del desierto, la pampa, pero acá se respira un ánimo de fraternidad, de afecto, de cariño y de convicciones. Todo eso nos va a ayudar a iniciar una nueva relación entre el Estado y los Bailes Chinos”, concluyó la directora nacional de Serpat.

El Tercer Encuentro Nacional de Bailes Chinos incluyó también mesas de trabajo en las que los Chinos levantaron propuestas organizacionales y definieron las áreas en las que necesitan más apoyo de parte del Estado, como también ceremonias eucarísticas en el Santuario de La Tirana como recorridos callejeros con danza, flautas, tambores y banderas, en los que se pudo apreciar la singular belleza de esta tradición devocional, nacida en medio del proceso de mestizaje, hace más de tres siglos.

Imágenes gentileza de Rafael Rodríguez