Pasar al contenido principal

LEER PARA SER LIBRES

Cárcel de Rancagua

LEER PARA SER LIBRES

Publicado el 17/11/2006
Los 850 internos de la Cárcel de Rancagua vivieron una jornada muy simbólica y emotiva: varios recibieron premios por ser los mejores lectores y los más entusiastas en solicitar libros en su biblioteca. Otros, recitaron sus propias creaciones poéticas, y un grupo que recién ha aprendido a leer en el colegio de la cárcel, se paró frente a sus compañeros y leyó versos de Gracias a la Vida de Violeta Parra. Todo, gracias a la biblioteca pública de la cárcel que desde ahora será dotada de libros y asesorada por la Dibam.

La lectura es parte indispensable del desarrollo humano. Y también es un camino al descubrimiento de nuevos mundos... Un viaje que se puede transformar en único cuando la experiencia de la lectura es de una persona que está privada de su libertad. Por esa razón cobra tanta relevancia la instalación de bibliotecas en los recintos carcelarios. El pasado 3 de noviembre, los 850 internos de la cárcel de Rancagua vivieron una jornada muy simbólica y emotiva: varios de ellos recibieron el premio por ser los mejores lectores y los más entusiastas en solicitar libros en su biblioteca. Otros, recitaron sus propias creaciones poéticas, y un grupo que recién ha aprendido a leer en el colegio de la cárcel, se paró frente a sus compañeros y, con orgullo, leyeron versos de Gracias a la Vida, de Violeta Parra. El acto se realizó con motivo de la firma de convenio entre la [!b:Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Dibam] y la [!b:Biblioteca Pública n° 168, del colegio Juan Luis Vives], encargado de dar educación a los reclusos. Gracias al convenio, la Dibam no sólo les entregará libros, sino que también les dará asesoría para su mejor funcionamiento. La biblioteca que cuenta con 1200 libros, es un lugar de enorme importancia para los internos. Dentro del moderno recinto carcelario, recién inaugurado a fines de 2005 y construido por el sistema de concesión, se trabaja con un sistema de biblioteca ambulatoria. Por lo tanto, cada módulo en que vive un grupo de internos, recibe una vez a la semana la "visita" de la biblioteca. Un sistema que ha dado excelentes resultados, con el aumento de la solicitud de libros y una mayor claridad de qué títulos desean leer. Sólo en el mes de septiembre hubo un préstamo de más de 900 libros. Entre los géneros preferidos están la literatura esotérica y la ciencia ficción, aunque también se descubren en las estanterías volúmenes con códigos y temas legales. Esta experiencia demuestra que "en el nuevo modelo penal se garantiza la dignidad de los internos y el proceso de reinserción social", señala personal de Gendarmería. Por su parte los profesores que están a cargo de la educación de los internos reconocen que la lectura en el recinto penal ayuda a enriquecer, e incluso, a reconstruir la vida de algunos. Mientras que Nivia Palma, directora de Dibam, señaló en la ceremonia que hay dos formas de viajar: físicamente y a través de los libros, que da la posibilidad de desarrollar la libertad del espíritu. Y recordó que "los derechos humanos incluyen a la cultura y a la educación" y les realizó una cordial invitación a los internos:"a perder el tiempo leyendo".