Más de dos millones de madrileños que utilizan la red del Metro de su ciudad, desde la semana pasada, pueden hacer un viaje ameno con la lectura de uno de los 500 títulos que ofrecen los recién inaugurados Bibliometros. "Esta iniciativa me viene muy bien para distraerme, porque a veces el tiempo se me hace eterno en el vagón", expresó una nueva usuaria a un periódico español. Este nuevo servicio surgió de la colaboración entre la administración regional y municipal, inspirada en el proyecto que comenzó el año 1996 en Chile, bajo el liderazgo de la [!i:www.dibam.cl/bibliotecas_publicas/home.asp Subdirección de Bibliotecas Públicas], de la Dibam. En la presentación de los puntos de préstamos, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, manifestó la importancia de la instalación de un "centro cultural novedoso y cercano" a la comunidad. En tanto, el alcalde la ciudad, Alberto Ruiz-Gallardón, expresó palabras de agradecimientos a Clara Budnik, directora de la Dibam, presente en la ceremonia. Los módulos están ubicados en las estaciones de Nuevos Ministerios, Canal, Alauche y Moncloa, y a fines de año entrarán también en funcionamiento en las de Puerta de Arganda, Sierra de Guadalupe, Mar de cristal y Puerta del Sol. Los estands, idénticos en todos los ándenes, fueron diseñados especialmente por arquitectos, tienen una capacidad para contener 3 mil ejemplares, y disponen de dos ventanillas, pantallas digitales y buzones. La colección -compuesta por 60 mil libros- fue seleccionada por académicos, el gremio de libreros y asociaciones literarias, e incluye obras de autores de 44 países de los cinco continentes. Los contenidos son mayoritariamente narrativos, seguidos por la poesía y la dramaturgia, y están destinados a adultos -en su gran parte-, jóvenes y niños. A igual que en nuestro país, los Bibliometros tienen por objetivo acercar el libro y la lectura a la comunidad, además de complementar los servicios que prestan las bibliotecas públicas. En este sentido, las palabras del alcalde de Madrid son claras: "... La finalidad es que los libros salgan a buscar a los ciudadanos, así se pretende que la obligación de tomar el Metro para los desplazamientos diarios sea un pretexto para realizar algo tan grato y enriquecedor como leer un libro".