Eran pasadas las 15 horas cuando un terremoto, que no ha sido igualado en magnitud desde que se tienen registros mundiales, tuvo epicentro en el mar en las cercanías de Valdivia. Los 9,5 grados en la escala de Richter provocaron un maremoto cuyas olas provocaron irreparables daños y terminaron de destruir lo que ya había iniciado el sismo.

Un hecho que aún es recordado por cientos de compatriotas de las provincias de Cautín, Valdivia, Osorno, Llanquihue y Chiloé que fueron testigo directos de este desastre y que también está latente en la memoria de familiares y conocidos que han guardado estos relatos orales y escritos. Las consecuencias físicas y geográficas que dejó este gran sismo son recogidas por el Programa Memorias del siglo XX, iniciativa de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), que bajo el lema "Recordar historias, construir nuestra memoria", busca promover la participación de las personas y comunidades en procesos colectivos de elaboración de la memoria y patrimonio locales. Este relevante material ha sido recopilado en las diversas actividades que el programa coordina con bibliotecas públicas y museos regionales Dibam.

Los recuerdos de habitantes que vivenciaron este movimiento telúrico sin precedentes en el mundo, incluso a la fecha, y la destrucción generada por las olas de 10 a 15 metros que llegaron hasta las ciudades costeras de la zona, son recogidos en este archivo digital que busca poner en valor las experiencias que han sido significativas para nuestros compatriotas. El relato audiovisual de protagonistas e imágenes de la destrucción donadas por familias de la zona, además de recortes de periódicos de la época dan cuenta de este hecho.

El sitio Memoria Chilena.cl también recuerda la fecha a través del tema "Los terremotos en Chile (1570-2010)" en el que se puede acceder a documentos, imágenes y bibliografía relacionada en la que se puede profundizar al respecto, como es el caso el del bloqueo del río San Pedro a raíz de derrumbes de tierra y su amenaza de inundar Valdivia y los barrios bajos de la ciudad durante días, hecho que afortunadamente logró evitarse.