Ministra de las Culturas: “La Biblioteca Nacional retomará su histórico rol ciudadano”
"Desocuparemos las oficinas administrativas de la Biblioteca Nacional para que este emblemático edificio pueda cumplir su histórico rol ciudadano y retomar su vocación pública. Gracias a esta decisión, una residencia privada del siglo XIX se convertirá en un edificio público para la comunidad y los funcionarios, saldando una deuda que se arrastra por años con la ciudadanía".
Con esas palabras la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio anunció los cambios en las dependencias de algunos de los equipos del Ministerio que encabeza: Los funcionarios que cumplen labores administrativas para la Subsecretaría del Patrimonio y el Servicio Nacional del Patrimonio (cerca de 110 personas) se trasladarán al restaurado Palacio Pereira, que abrirá sus puertas a la ciudadanía en mayo próximo.
"Con esto, le devolveremos a la ciudadanía dos espacios emblemáticos de nuestro patrimonio, la Biblioteca Nacional -con la totalidad de sus dependencias abocadas a servir al público-, y el primer piso del Palacio Pereira -que será un espacio de extensión de la labor del ministerio con salas de exposiciones, auditorio, cafetería y espacio de trabajo", explica la ministra Valdés.
"Esta acción contribuye a reforzar nuestra misión de servidores públicos, que es el foco de nuestro trabajo", agrega la secretaria de Estado.
La decisión fue planificada considerando las labores estratégicas institucionales propias de la función pública del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (SNPC), en relación con la Subsecretaría del Patrimonio Cultural y el Ministerio.
Junto con redundar en beneficios que permitirán potenciar la coordinación y eficiencia del trabajo ministerial, estos cambios permitirán recuperar los cerca de 660 metros cuadrados de la Biblioteca Nacional, que hoy se destinan a oficinas administrativas. Entre éstas se encuentran las de la Biblioteca, las de la Subsecretaría del Patrimonio Cultural y las del SNPC. Varias de ellas han sido ocupadas para esos fines desde hace más de cuatro décadas.
En la Biblioteca, la Sala Premios Nobeles (primer piso) volverá a albergar pequeñas exposiciones temporales; la Sala Ercilla (segundo piso) retomará su rol como sala de consulta patrimonial a disposición de los visitantes; mientras que la Oficina del Fondo General (segundo piso) recompone la lógica original de funcionamiento del inmueble: en el sector oriente la administración y resguardo de la "Colección Chilena" mientras que en la cara poniente se encuentra el "Fondo General", es decir, la colección y material de consulta con títulos de todo el mundo.
En relación a otros espacios que han estado ocupados por cerca de 40 años por oficinas -en su minuto de la ex DIBAM-, se planificarán sus usos directamente con la Dirección de la Biblioteca Nacional, siempre con el objetivo de recuperar áreas de lectura e investigación para el público y acceso a colecciones digitales.