Murales de la Ciudad del Niño son Monumento Nacional
PUna excelente noticia recibieron los vecinos de la comuna de San Miguel, luego que apareciera publicado en el diario oficial, la ratificación del decreto que declara como Monumento Nacional los 5 Murales de la Ciudad del Niño, ubicados al interior del edificio que albergó al ex Liceo A 91 de la comuna.
Los murales fueron realizados en 1946 por el equipo encabezado por Laureano Guevara, uno de los maestros del muralismo nacional, junto a sus alumnos Fernando Marcos, Osvaldo Reyes Herrera y Orlando Silva.
Las obras, financiadas por el Ministerio de Educación, dan testimonio de una intencionalidad, por parte del Estado de integrar las artes plásticas y la actividad pedagógica, iniciativa que se deriva de la venida a Chile del muralista mexicano Alfaro Siqueiros y de la importancia que se le había dado a la educación durante el primer gobernó radical.
En este sentido, el vicepresidente del Consejo de Monumentos Nacionales y director de la Dibam Ángel Cabeza agregó que estos murales "son el único testimonio que se ha conservado del Grupo de Pintores Muralistas del Ministerio de Educación, ya que los otros trabajos realizados en otras las Escuelas Públicas fueron destruidos durante la dictadura militar".
Por su parte la secretaria técnica del CMN Ana Paz Cárdenas agregó que tras la visita de profesionales del CMN, se constató que el los murales se encuentran en buen estado de conservación, destacando el trabajo que ha realizado la constructora, dueña del terreno y la Municipalidad de San Miguel.
Murales con historia
Los Murales se encuentran en la antigua y conocida Ciudad del Niño, construida en 1943 bajo el mandato del presidente Juan Antonio Ríos, como un centro de acogida para niños con riesgo social a cargo de la Fundación Consejo de Defensa del Niño (CODENI). El establecimiento fue una gran obra de su época, dotado de plazas, calles, jardines, escuelas, iglesia, teatro, club, casas para los niños y canchas, entre otros. Llegó a contar con 1.100 internos.
Su cierre en 2003 fue consecuencia de la ratificación (1990) de la Convención sobre los Derechos del Niño (ONU); debido a lo cual, se priorizó la reinserción familiar de éstos.