
"Los bienes culturales son uno de los elementos
fundamentales de la civilización y de la cultura de los pueblos,
y que sólo adquieren su verdadero valor cuando se conocen con la mayor precisión su origen,
su historia y su medio" (Unesco, Convención de 1970).
El tráfico ilícito de bienes patrimoniales es la apropiación indebida, el robo, hurto y receptación, así como la importación y exportación ilícita de bienes patrimoniales. Estas prácticas causan en definitiva un daño irreparable a la memoria y el legado de un país.
El tráfico ilícito corresponde, generalmente, a transacciones complejas, en las que los criminales -la mayoría de las veces pertenecientes a redes organizadas- sustraen las piezas, y las exportan directa o indirectamente a países donde encuentran compradores que cancelan elevados precios por los objetos. Los perjudicados son museos, colecciones públicas y privadas, propietarios o poseedores legítimos, edificios religiosos, instituciones culturales y sitios arqueológicos en todo el mundo. Es un problema que afecta a todos los países por igual, ya sea porque sus territorios han sido víctimas de la extracción ilegal de bienes culturales, porque son sus receptores o por ambas circunstancias.
Ante este hecho, y desde fines de los años 90', la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), a través del Centro de Documentación de Bienes Patrimoniales (CDBP), el Centro Nacional de Restauración y Conservación (CNCR), el Museo Histórico Nacional (MHN), el Museo Nacional de Historia Natural, el Museo Nacional de Bellas Artes y la Biblioteca Nacional de Chile, en conjunto con el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y en su compromiso con el conocimiento, difusión y protección del patrimonio cultural chileno, han reforzado desde entonces su gestión institucional en el ámbito del combate de los delitos contra el patrimonio cultural, avanzando hacia la definición de criterios, procedimientos y coordinación de acciones que permitan una mayor eficacia para evitar y frustrar este tipo de delitos.
Es importante destacar que esta labor se materializa gracias al trabajo conjunto con otras entidades nacionales tales como el Servicio Nacional de Aduanas(SNA), Policía de Investigaciones de Chile (PDI) a través de la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (BIDEMA), Carabineros de Chile, el Ministerio Público a través de la Unidad Especializada en Lavado de Dinero, Delitos Económicos y Crímen Organizado (ULDDECO) y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Esta colaboración interinstitucional, que incluye el peritaje y la capacitación en la identificación de bienes patrimoniales, ha permitido un trabajo coordinado y ha facilitado la labor de prevención, fiscalización e investigación, de los delitos en contra del patrimonio cultural.
En junio de 2011 la Dibam creó la Mesa de Trabajo de Tráfico Ilícito de Bienes Patrimoniales, con el objeto de contribuir a la consolidación de una estrategia nacional de lucha contra el tráfico ilícito de dichos bienes, mediante la consolidación, sistematización, profundización y proyección del trabajo en conjunto. Un ejemplo de ello es el XIV Seminario sobre Patrimonio Cultural, "Patrimonio en Peligro: Acciones para su protección", que se llevó a cabo el 25 y 26 de julio de 2012 y que buscó generar un espacio de diálogo y reflexión multidisciplinario entre las instituciones chilenas e internacionales presentes.
Los ensayos y entrevistas de algunos de los expositores nacionales y extranjeros fueron recopilados en una publicación que puede descargar en línea. También es posible ver las conferencias, mesas y entrevistas realizadas a los expositores en el canal Dibam TV de Youtube.
La Convención de la Unesco de 1970
En la Conferencia General de la Unesco que se celebró en París del 12 de octubre al 14 de noviembre de 1970, los Estados Parte ratifican su compromiso contra el tráfico ilítico de bienes culturales firmando la Convención sobre las Medidas que deben Adoptarse para Prohibir e Impedir la Importación, la Exportación y la Transferencia de Propiedad Ilícitas de Bienes Culturales.
Este acuerdo busca a través de la colaboración internacional, suprimir el comercio ilegal de bienes culturales muebles, reconociendo el valor que tienen para la civilización y la cultura de los pueblos principalmente en su contexto de origen.
La Convención no es retroactiva, ya que el decomiso y restitución de un bien cultural robado e importado se realizará después de su entrada en vigencia en los dos Estados Parte interesados.
A la fecha, ha sido suscrita por 127 Estados Parte de Unesco. Chile depositó ante la Unesco el instrumento de ratificación en abril de 2014, y se promulgó mediante el Decreto N° 141 del 13.05.2014, del Ministerio de Relaciones Exteriores, que fue publicado en el Diario Oficial el 30.09.2014.
Para obtener más información:
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