Fruto de una larga investigación, el 24 de julio se inaugurará en la Sala Premios Nobeles de la Biblioteca Nacional una exhibición que busca difundir la relevancia de la creación de álbumes de partituras, comprendida como una práctica musical propia de mujeres intérpretes y compositoras de “música de salón”, provenientes de los sectores altos y medios de la sociedad chilena entre 1850 y 1920

La muestra, donde se exhibirán 13 álbumes de partituras, surge de la profunda pesquisa impulsada por dos profesionales de larga experiencia: Fernanda Vera, subdirectora del Departamento de Música de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y Cecilia Astudillo, Jefa del Archivo de Música de la Biblioteca Nacional. En este esfuerzo colaborativo también participó el Museo del Carmen de Maipú y el Archivo Central Andrés Bello perteneciente a la Vicerrectoría de Extensión de la misma Universidad.

Los álbumes de partituras son empastes, que hoy tienen un carácter patrimonial, confeccionados en forma artesanal, con materiales lujosos y personalizados por sus propietarias para contener partituras de música, tanto impresas como manuscritas. Aunque algunas son de origen importado, también existen ediciones locales, todas ellas publicaciones con cuidadas iconografías, algunas dedicadas a temas o periodos específicos de las vidas de las artistas.

De un universo de más de 400 empastes investigados por Fernanda Vera en diversos archivos, esta muestra presenta 13 álbumes, algunos pertenecientes a mujeres consagradas en la historia de la música como Isidora Zegers (1803-1869), y otros que fueron compilados por mujeres cuyos nombres estuvieron borrados por el manto de la historia hasta hoy y que provienen de Vallenar, Caldera, La Serena, Huasco, Valparaíso, Valdivia, entre otras localidades. Algunas de ellas fueron las copiapinas Carmela, Clarisa y Haidee Vega; Ana y Elena Peña Warnes, sus hijas Ana y Teresa Lyon Peña, y las nietas de ésta, Elena y María Teresa Gana Lyon, entre muchas otras.

Según las impulsoras del proyecto, estas encuadernaciones musicales “son una práctica propia de mujeres músicas que, a medio camino entre la playlist y el diario de vida, acopian partituras para piezas de formatos instrumentales para piano, canto y piano, o piano para cuatro manos, guitarra, mandolina y cítara”. Su investigación permite entender que “son objetos que bien pueden compararse con expedientes de un archivo personal, en los que estas mujeres plasmaron su forma de estudiar, su trabajo musical a lo largo de su vida artística, lo que nos permite realizar diálogos con compositores, géneros y descubrir mucho más de la escena cultural de la época”.

Una de las hipótesis que levantan Fernanda Vera y Cecilia Astudillo sobre estos álbumes de partituras, es que su estudio ha permitido profundizar en una época anterior a la creación del Conservatorio Nacional (1850) y a la producción sonográfica, momentos donde las mujeres “lideraban la interpretación musical” durante segunda mitad del siglo XII, contrariamente a lo que se ha indicado como una escena esencialmente masculina.

“Esta investigación contribuye a nuestra identidad como mujeres chilenas porque constantemente se menciona la escasez de Premios Nacionales de Música. Sin embargo, las mujeres han estado haciendo música durante 200 años en este territorio. Es crucial rescatar la otra mitad de la historia que ha sido ignorada”, comentan.

Un viaje en cuatro tiempos

La exposición “Mujeres, Música y Libertad. Álbumes de partituras en Chile 1850-1920” está dividida en cuatro secciones y es la primera en su tipo y tema en nuestro país.

En la primera sección, se examina la relación entre mujeres y música: cómo aprenden, qué instrumentos tocan, qué partituras son las más interpretadas. Una segunda sección está dedicada al álbum como objeto, cómo se utiliza y cómo acompaña procesos de vida.  La tercera sección aborda el “álbum como playlist” analizando cómo se organiza y accede a la información y cómo el marcado de ellos revela un alto grado de afectividad. En la cuarta sección, se evidencia la diversidad geográfica y cultural de esta afición que no solo involucraba mujeres aristócratas sino que también a profesoras de piano de clase media emergente.

En la muestra, organizada a través de paneles, se exhibirá sólo los tres primeros días el “Álbum Azul de Isidora Zegers” un libro archivo en el que la destacada artista compiló 324 documentos que dan cuenta de su biografía de artista. Este tesoro, custodiado por el Archivo Central Andrés Bello desde hace un siglo, es invaluable por cuanto muestra cómo se configuraba la escena musical chilena desde la perspectiva de la mujer.

Se ha diseñado un programa de actividades asociadas a la exposición. El jueves 25 de julio se llevarán a cabo dos actividades principales: una mesa redonda con investigadoras que trabajan en álbumes musicales como Candace Bailey, Cecilia Astudillo, Laura Jordán y Fernanda Vera, así como dos mesas de discusión. Una de ellas abordará el papel de las mujeres intérpretes y la creación musical femenina, y la otra será conducida por jóvenes investigadoras chilenas que compartirán sus experiencias de investigación a compositoras en nuestro país.

El día viernes 26 de julio, la musicóloga española Sakira Ventura ofrecerá una conferencia sobre el proyecto “Mapa de Creadoras de la Historia de la Música”, herramienta digital que presenta a más de 700 compositoras de todo el mundo. Esta conferencia que será posible gracias a un proyecto de Ibermúsicas, que se asoció también con las actividades de la exposición, permitirá dar a conocer a la comunidad el aporte que han realizado las mujeres al ámbito de la creación musical.

Tanto el jueves 25 como el viernes 26 se llevarán a cabo conversatorios y mesas redondas sobre la temática. Destaca entre ellos un taller dirigido por conservadoras y restauradoras tanto de la Biblioteca Nacional como del Archivo Central Andrés Bello.