La memoria implacable y la voz de Cristina Calderón (1928-2022) resuenan fuerte en el Museo Antropológico Martín Gusinde. Su presencia y saber son, efectivamente, latidos que dan vida, no sólo a las acciones donde ella participó activamente, sino que a toda su gestión patrimonial dedicada a investigar, resguardar y difundir la cultura yagán. Si bien, el museo, se articula al Programa de Transversalización y Equidad de Género, el año 2012, ya venía desarrollando un trabajo de diálogo con las mujeres de la comunidad yagán, donde los conocimientos de la lengua y la cultura de Cristina fueron clave. Uno de esos proyectos fue el trabajo colectivo y participativo en torno a la colección de fotografías del etnólogo Martín Gusinde, que generó una experiencia de investigación pionera, y que sumó conocimientos sobre las distintas genealogías familiares a partir de las imágenes, muchas de ellas sin catalogación o portadoras de una ficha con datos generales. A partir de este trabajo conjunto, se fueron pesquisando y abordando distintas temáticas que fueran de interés de las mujeres de la comunidad, siendo ese contexto el que permitió que iniciaran las experiencias de navegación por el archipiélago. Travesías que abrieron nuevas zonas de contacto para la memoria oral y la revitalización de la cultura yagán, a partir de los testimonios, saberes y vivencias de las mujeres participantes en cada viaje.

A fines del diciembre del 2021, se realizó la quinta navegación, viaje que tuvo una dinámica distinta, por las condiciones climáticas, pero que fortaleció el diálogo y el cruce de experiencias. Fueron parte de esta nueva navegación, Julia González (sobrina de la abuela Cristina), Paulina Filgueira, Elcira Hernández, Susana Martínez, José González, Segundo Navarro Acuña; y los/as niños/as Itapola Seguel González, Diego González González, Tiare González González y Hevolet Alí González.

Conversamos con Alberto Serrano, director del Museo de Puerto Williams, en torno a la coyuntura en que se da esta nueva navegación, el trabajo que desde un enfoque de género realizan y la importancia del legado de Cristina Calderón en ese camino compartido.

¿Cómo nacen las iniciativas con enfoque de género y qué significan para la gestión patrimonial del Museo?

"Ha sido súper importante para nosotros todo esto. El año 2011 constituimos un grupo de trabajo junto a mujeres, sin la idea de necesariamente estructurar un grupo, sino que fue algo que se dio en torno a las fotografías de Martín Gusinde y de todo lo que fue avanzar en un conocimiento respecto de la genealogía de quiénes son las personas en esas imágenes. A partir de eso apareció la posibilidad de incorporarse en el programa Patrimonio y Género, y aprovechamos de consolidar este trabajo, generar un álbum fotográfico con elementos genealógicos, como Guseinde los entregó en su tiempo a las comunidades de Tierra del Fuego".

¿Qué relevancia tuvo y qué saberes aportó Cristina Calderón a toda esta experiencia?

"El aporte de la abuela Cristina, como le decimos, ha sido total. De hecho, específicamente, en el trabajo de las fotos, era impresionante la memoria que tenía. Una capacidad de recordar impresionante. Y ella había conocido a muchas de las personas que estaban en las fotos, entonces, logramos reconstruir muchas cosas a partir de su conocimiento. Ella llevó a las mujeres más jóvenes a los espacios de conversación para transmitir elementos de la cultura, como la lengua, así es que el aporte fue muy grande".

Y participó, también, de los ciclos de navegaciones por el archipiélago.

"Sí, también estuvimos navegando con ella. Pudimos conocer lugares dónde estuvo cuando joven y transmitir esta experiencia a las mujeres más jóvenes y hacia nosotros. Fue maravilloso poder navegar por diferentes lugares con ella. Tenía una gran cercanía con el museo, porque siempre estuvo dispuesta a acercarse a ver las colecciones y, en esos procesos, nos entregó muchos saberes, mucha información que ha aportado al trabajo en particular que desarrollamos".

¿Qué aspectos nuevos arrojó esta quinta experiencia de navegación y que le distingue de experiencias previas?

"Fue inesperado porque, lamentablemente, tuvimos muy malas condiciones del clima y tuvimos que pasar mucho tiempo en Bahía Douglas. De hecho, tuvimos que quedarnos dos días más que lo estipulado, porque no podíamos salir a navegar. Estuvimos cuatro días sin poder mover la embarcación producto de los temporales de viento, así es que fueron días que se utilizaron para hacer cosas del campo, aprovechar de compartir asados y harta conversación. Lo que igualmente fue una experiencia valorable. Pudimos Ir a un lugar bien interesante, al que querían ir varias mujeres, y que estaba asociado con unos lugares donde ellas llegaban cuando muy pequeñas, y donde hay unos vestigios de las antiguas misiones anglicanas. En esta navegación tuvimos una pequeña situación con el bote, producto de las diferencias que tienen las mareas, entonces se produjo una buena conversación respecto de todo lo que es el arte de la navegación y el conocimiento de las bahías. Eso también fue llamativo, porque tuvimos una vicisitud que finalmente fue utilizada para mejor".

Si deseas conocer de manera más integral el trabajo situado que el Museo Antropológico Martín Gusinde realiza, te invitamos a navegar por su web y acceder a las colecciones y recursos digitales que difunden la cultura fueguina, en especial, la indígena yagán. También te invitamos a recorrer sus contenidos audiovisuales, como la serie "Cabo de Hornos: Cultura y Naturaleza", donde puedes escuchar el testimonio de Cristina Calderón.