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ABRIENDO ESPACIOS

Biblioteca de Santiago

ABRIENDO ESPACIOS

Publicado el 08/11/2005
Este viernes 11 de noviembre nuestra capital verá nacer, en Matucana 151, un moderno centro bibliográfico y de encuentro para la comunidad.

En más de 20 mil metros cuadrados, la Biblioteca de Santiago recibirá a niños, jóvenes, adultos y mayores, que podrán disfrutar no sólo del mundo de los libros, sino de un lugar para la cultura y la entretención. Al abrir sus puertas este 11 de noviembre, la ciudadanía tendrá acceso a la biblioteca pública más grande y moderna del país. Ubicada en un estratégico polo de desarrollo urbano, el edificio que alberga la Biblioteca de Santiago fue construido en la década de 1930 y su fachada es monumento histórico. Largo tiempo perteneció a la Dirección de Aprovisionamiento del Estado (DAE) y cumplió funciones de almacenamiento. Rodeada de las calles Matucana, Chacabuco, Moneda y Agustinas, la biblioteca está inserta en un barrio de interés histórico y arquitectónico. Su cercanía con otros centros de actividad cultural -[!i:www.dibam.cl/historia_natural/home.asp Museo Nacional de Historia Natural], [!i:http://www.dibam.cl/subdirec_museos/m_pedago/home.asp Museo Pedagógico] (ambos pertenecientes a la Dibam), Matucana 100, Artequín y Teatro Novedades, entre otros- la convierte en un importante aporte a la revitalización del sector poniente de la capital. [!b:Una biblioteca del siglo XXI] La biblioteca pensada como un espacio de participación ciudadana, que facilita el aprendizaje permanente y posibilita la creación de redes culturales que fortalecen las diversas identidades que existen en nuestra sociedad, guió la concreción del proyecto de la Biblioteca de Santiago. Sello, que la Dibam también ha buscado imprimir en las numerosas bibliotecas públicas a lo largo de Chile. En este sentido, aspira a satisfacer los requerimientos de una población en constante cambio, con nuevas demandas de información y multiplicidad de intereses. Por ello contará con la capacidad instalada y los recursos de información suficientes para atender las necesidades de conocimiento, información, educación, cultura y recreación, especialmente de aquellos sectores sociales que tienen dificultades para acceder a los bienes culturales. Además, se convertirá en un eje articulador del sistema de bibliotecas públicas del país, generando desde aquí proyectos innovadores que puedan ser replicados en otras bibliotecas, impulsando la automatización y facilitando la creación de un catálogo colectivo de estas bibliotecas. [!b: Un portal de la cultura] Al ser el eje central de su gestión las personas, el trabajo de la Biblioteca de Santiago se guiará en base a sus necesidades. Por ello, impulsará la creación de redes, experiencia, aprendizaje y reflexión. Igualmente cruciales, serán la comunicación y la educación sensorial, la propagación de contenidos y las ecuencias lógicas de los espacios, apoyados por las nuevas tecnologías. Un solo ejemplo: las infinitas posibilidades que surgen a través de los enlaces con instituciones similares del mundo mediante video conferencias. La gente compartirá pese a estar a grandes distancias. La Biblioteca de Santiago puede considerarse, entonces, una metáfora del conocimiento. Esta contiene información y la difunde. Pero esta metáfora puede ser pensada en otro sentido: la biblioteca es también un portal del conocimiento, una herramienta de búsqueda, una interfase del usuario, un filtro y un agente inteligente.