Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares festeja su obra
El Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares, fue creado en la Biblioteca Nacional en el año 1992, con la misión de sistematizar y poner al acceso de los usuarios un valioso conjunto de documentos y colecciones relativas al patrimonio inmaterial que se encontraban dispersos en diversas colecciones privadas. Asimismo, se reunieron todos los registros realizados por investigadores de la Biblioteca Nacional en terreno y trabajos de campo de diversas expresiones de cultura tradicional a lo largo de Chile desde 1980.
En el ámbito de la difusión organiza permanentemente actividades como seminarios, conferencias, presentaciones musicales y talleres, en conjunto con otras instituciones. Un ejemplo de ello son las Jornadas de Patrimonio Inmaterial en el Centro Cultural de España, y otras actividades en conjunto con la Corporación de Artistas del Acero de Concepción, el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, universidades y centros de formación.
La labor del Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares ha sido reconocida en varias oportunidades. Ha recibido apoyo de proyectos ADAI, FONDART y FAIP. Asimismo ha recibido estímulos como el Premio del Consejo Regional de la Cultura y las Artes y el Apes 2007.
Colecciones
A la fecha, el Archivo cuenta con dieciocho colecciones sonoras recibidas, entre las que destaca por su amplio contenido el Fondo Patricia Chavarría, investigadora de larga trayectoria que colabora activamente con el departamento. Los registros sonoros contenidos en el archivo son materiales únicos y raros, y representan una fuente primaria para los investigadores.
Destacan dos colecciones de La Lira Popular, nuestra literatura de cordel del siglo XIX. Una de ellas corresponde a un total de 750 pliegos impresos con poesía en décima e ilustrados con valiosos grabados populares. Además de una importante colección de cuadernos originales y libretas de poetas populares del siglo XX.
Aparte de los archivos sonoros, cuenta con una gran colección de fotografías y diapositivas, en su mayoría sobre fiestas religiosas; una buena cantidad de registros en vídeo y una colección de cuentos manuscritos e historias campesinas.
Esas colecciones iniciales han experimentado un fuerte incremento y lo que es más importante, cada vez es mayor la demanda de estos materiales para el estudio de la memoria oral, desde las más variadas disciplinas.
D