Avanza recuperación de balneario Melinka-Puchuncaví
Con un especial acto se dio cuenta este fin de semana del trabajo de recuperación del Sitio de memoria Melinka-Puchuncaví en el ex balneario popular y ex campo de detenidos de Puchuncaví, en la Región de Valparaíso. Convocado por la Corporación Melinka- Puchuncaví, la actividad denominada “Sentando bases para el futuro, Melinka-Puchuncaví” contó con la participación de diversas autoridades de gobierno que pudieron ver en terreno el trabajo de recuperación de este sitio de memoria. Participaron el subsecretario de Justicia, Xavier Altamirano Molina; la directora del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Serpat), Nélida Pozo Kudo; la seremi de Justicia y Derechos Humanos, Paula Gutiérrez Huenchuleo; la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Patricia Mix Jiménez; y el director regional del Serpat, Salvador Angulo Escudero.
Las autoridades e invitados recorrieron este Sitio de Memoria y Monumento Nacional Histórico cuyo proyecto es recuperar los terrenos donde funcionó el Balneario Popular Puchuncaví (1970-1973) y, posteriormente durante la dictadura cívico-militar, el Campo de Prisioneros Políticos Melinka-Puchuncaví (1973-1976).
La directora Serpat, Nélida Pozo, valoró el trabajo que ha desarrollado la Corporación Melinka- Puchuncaví con el objetivo de generar un espacio que promueva actividades de tipo cultural, educación cívica y dirigida a las comunidades educativas, en lo que concierne a memoria y derechos humanos y actividades de interés, con pertinencia territorial y memorial para la comunidad de Puchuncaví, y la Región de Valparaíso.
La máxima autoridad del Serpat señaló también que “en un momento como este, en el que se han programado diversas iniciativas en el marco de la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado, es importante destacar el trabajo realizado por la Corporación para fortalecer este Sitio de Memoria y convertirlo a futuro en un Centro de Memoria y Cultura de modo de contribuir a la memoria para la no repetición de las violaciones a los derechos humanos”.
En la oportunidad se pudo apreciar la instalación de la torre de control de 10 metros de altura que es una réplica de la torre que existía cuando Melinka era un campo de prisioneros políticos, la cabaña con los dioramas que fueron vandalizados y recuperados y que ahora además contará con electricidad.