El diseño, mobiliario, personal, iluminación y colección bibliográfica de la nueva sala que la Biblioteca de Santiago inaugurará este 17 de marzo a las 12:00 horas tienen un solo objetivo: transformarse en un espacio en que los adultos mayores puedan mantener y desarrollar el gusto por la lectura, socializar con sus pares y su entorno, en un ambiente cultural accesible, moderno, cómodo y tranquilo, donde puedan participar de actividades en comunidad.

"En la Dibam trabajamos día a día por llegar a más personas. Para ello hemos traspasado barreras geográficas, con programas como los bibliomóviles; hemos avanzado hacia las generaciones más tecnologizadas, con la Biblioteca Pública Digital; hemos llegado a los más pequeños, con el programa "Jugando conozco mi patrimonio", en alianza con la Junji; e incluso en las cárceles fomentamos la lectura con decenas de bibliotecas", explica el director de la Dibam, Ángel Cabeza. "Hoy, con orgullo, llegamos a la tercera edad con un espacio exclusivo para ellos, ampliando nuestra cobertura a un público que en la Biblioteca de Santiago podrá encontrar un lugar para leer, compartir y disfrutar", agrega.

Marcela Valdés, directora de la Biblioteca de Santiago, describe la Sala +60 como "un espacio accesible, moderno, cómodo y tranquilo, con servicios, colecciones y actividades que permiten que los adultos mayores sientan la valoración hacia su figura, dándoles el tiempo y atención que requieren, entregándoles la pausa necesaria para la lectura, la entretención y la convcersación".

La Sala +60 es un espacio que fue fruto de un trabajo colectivo del equipo de la Biblioteca de Santiago junto con adultos mayores, tanto socios y socias de la Biblioteca, como de hogares o espacios donde se reúnen periódicamente.

El diseño interior de la sala fue un aporte de la Fundación Forma, dirigida por el arquitecto Claudio Iglesias, especialista en bibliotecas. "Esta donación constituye el primer paso de un largo camino que ansiamos recorrer apoyando iniciativas que fomenten la lectura en los espacios y comunidades donde más se necesita", explica Iglesias.

Esta sala se suma a la Guaguateca, inaugurada hace sólo tres años y que ha sido todo un referente en el fomento lector de los más pequeños, así como para diferentes iniciativas inclusivas de la Biblioteca de Santiago como, por ejemplo, la señalética en mapudungún y la comunicación en lenguaje de señas.