Comunidad de Bailes Chinos propuso modificaciones a su Plan de Salvaguardia
Durante el Segundo Encuentro Nacional de Bailes Chinos, desarrollado entre el 9 y 11 de noviembre en la comuna de Andacollo, Región de Coquimbo, representantes de todos los Bailes Chinos de las diferentes regiones donde la práctica devocional se mantiene viva, aprobaron un grupo de acuerdos, casi todos por la mayoría de los cultores, que servirán como hoja de ruta para la gestión y actualización del Plan de Salvaguardia que se ejecuta desde hace tres años.
Uno de los más aplaudidos fue la conformación de una Asociación Nacional de Bailes Chinos y generación de medidas de resguardo y protección de sitios sagrados y espacios de culto, que hoy están desamparados. Además, determinaron desarrollar trabajos de memoria, la historia de sus bailes, de sus chinos, etc.; generación de material de información, promoción en lugares oficiales, con el objetivo de entregar información pedagógica sobre los Bailes Chinos que no sea turística; y creación de talleres de sensibilización para la comunidad, autoridades y actores externos a los bailes, en pos de evitar enfoques erróneos e irrespetuosos con la tradición.
El subsecretario de Patrimonio Cultural, Emilio de la Cerda, -quien acompañó durante dos jornadas a los participantes del evento- comentó que “se trató de una instancia masiva de reflexión y de aporte en relación a cómo actualizar el plan de salvaguardia de esta manifestación cultural y a cómo seguir adelante en la protección de esta tradición nacional que tiene más de 400 años de historia. Los acuerdos levantados son puntos centrales y lúcidos respecto de su propio quehacer, que es un quehacer basado en la cultura sincrética (…) Van desde aceitar relaciones con la jerarquía eclesiástica para poder mantener esta manifestación cultural de sincretismo religioso en plenitud hasta protecciones legales y asesorías para poder acceder a fondos que les permitan desplazarse en el territorio y trabajar en red. También se habló de cómo conservar los oficios relacionados a la confección de vestimentas y sobre cómo las nuevas generaciones pueden incorporarse a esta tradición”.
La autoridad de Gobierno agradeció a los chinos y chinas de las diferentes cofradías del país y al Cacique General de Andacollo por la invitación y aseguró que “para nosotros como autoridades y Ministerio ha sido tremendamente enriquecedor poder aportar y aprender de esta experiencia y de esta expresión cultural, viva en gran parte del territorio. Nosotros hacemos propios los compromisos que aquí se han establecido. Son compromisos que se han levantado en una asamblea, queremos ver cuáles son los mejores caminos para canalizarlos, algunos ya están en curso, próximamente presentaremos un proyecto de ley para la protección y gestión del patrimonio que recoge mucho de lo que se ha dicho acá".
El subsecretario De la Cerda agregó que "estamos al servicio de lo que ustedes hacen. El Ministerio no establece una posición jerárquica con los bailes chinos. Tenemos que tener una posición de trabajo conjunto y de horizontalidad entre autoridades estatales y autoridades religiosas y simbólicas”.
El rol de la mujer
Otro de los puntos que salieron durante la reflexión en mesas de trabajo fue el papel de la mujer para la mantención de la tradición, lo que se tradujo en un acuerdo para la valorización y reconocimiento del rol de la mujer en el desarrollo de los Bailes Chinos existentes en Chile. Ámbar Cádiz, del baile Aconcagua Salmón de la Región de Valparaíso, intervino durante el plenario del encuentro para alertar que “es necesario y justo reivindicar la participación de la mujer en los bailes chinos y no seguir naturalizando las formas de la exclusión de la mujer. Han sido décadas en que las mujeres hemos sido maltratadas”. Las chinas participantes formaron un baile femenino para saludar a la Virgen del Rosario de Andacollo como muestra de cuánto esta expresión devocional, de formación inicial masculina, se ha ido adaptando a los tiempos. De hecho, más del 40% de los asistentes a la reunión fueron mujeres.
Carolina Herrera, gestora Cultural en la región de Coquimbo, es de las mujeres que ha trabajado con los bailes desde la investigación y al descubrir lo enraizado que estaba el baile chino en varias generaciones de su familia, se incorporó al Baile No.1 Barrera de Andacollo, el más antiguo del país. “Ha sido realmente fructífero, no sólo por los acuerdos sino por vernos, por encontrarnos, sino por vernos, encontrarnos, abrazarnos y saber que tenemos un territorio lleno de belleza, de sonidos, de diversidad pero de reunificación en nuestras convicciones como chinos. Muy feliz, con el corazón más lleno, con ganas de seguir trabajando en este esfuerzo colectivo que son los bailes chinos”, comentó Herrera.
María Cisternas, del Baile chinito de Caleta Coloso de Antofagasta, contó que “en la pampa salitrera llegamos a tener tambores de saco del salitre. Con el Plan de Salvaguardia ha sido bueno porque hemos aprendido a hacer otro tipo de instrumentos. Actualmente tenemos tambores de cuero y flautas de caña. Hemos aprendido muchas cosas más. Hemos tenido talleres de canto de instrumentos, de conocer más la tradición del baile chino porque a veces los jóvenes no tenemos idea de la historia, de dónde viene lo que son los bailes chinos en realidad”.
En tanto, Ángel Herrera, del Baile 7 de La Serena, se refirió a estas oportunidades de encuentro incluidas en el plan. “El primer encuentro, que se realizó en 2015, y éste que hemos hecho en Andacollo fueron muy importantes, sin duda, para conocernos, visualizar otras realidades y en base a eso trabajar por nuestros bailes y organizaciones. En la región de Coquimbo también se realizaron talleres de instrumentos, en varias zonas, lo que fue muy bueno para aunar criterios”.
Jaime Guerrero, cacique general de los Bailes Chinos del Templo de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo, se dio el tiempo de recibir –en la casa cacical- a todos y todas para ofrecerles la bienvenida a Andacallo, un lugar de fe pero también de un valor significativo para todos los chinos y chinas. El caquique también estuvo en el cierre del encuentro y en la despedida a los bailes. “Fue un orgullo para mí haberlos recibido a todos acá en Andacollo, como bailes religiosos, como bailes chinos, que es lo importante para todos nosotros, para poder cuidar esa identidad que tenemos y no se nos pierda. Espero que esta no sea la última vez, que siempre estemos pendientes, preocupados de los chinos y cuidar nuestras tradiciones. Quiero que todos vuelvan a sus casas llenos de bendiciones, llenos de alegrías y con la fortaleza que nos permita vernos en un tercer encuentro”, señaló.
Acerca de los Bailes Chinos
“Como tradición de larga data, asentamiento y arraigo en la historia popular de Chile, los Bailes Chinos poseen un extraordinario despliegue territorial que en la actualidad comprende seis regiones del país (Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana), alrededor de 39 comunas y cerca de 300 localidades, en donde un número aproximado de 3.000 miembros de bailes expresan su devoción en las Fiestas consagradas para dicho fin”, indica la Guía Nacional de Bailes Chinos y sus Fiestas Ceremoniales, una publicación que es resultado del propio Plan de Salvaguardia, con el fin de fortalecer la tradición y sus prácticas, a través del conocimiento de la red de contactos y de fiestas existentes en el país.
El 26 de noviembre de 2014, los Bailes Chinos de Chile fueron ingresados a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, tras la reunión celebrada en esa fecha por el Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Esta práctica ritual popular, con rasgos originarios del proceso de mestizaje colonial y de gran arraigo en el sistema festivo-ceremonial de los valles transversales y el norte del zona central de Chile, es el primer elemento del patrimonio cultural inmaterial presente en Chile, que recibe esta mención internacional.
El Baile Chino tiene casi cuatrocientos años de práctica ininterrumpida en Chile. Sus orígenes son difusos porque hubo escasos datos históricos que documenten sus inicios. Este hecho, deja ver la condición de subalternidad por la que durante siglos atravesó esta práctica devocional. La celebración de la Virgen del Rosario de Andacollo -advocación del primer Baile Chino- comenzó en 1581 y tres años más tarde comenzó la participación de cofradías de diversa índole, entre las cuales se hallaban los bailes de indios, en los que algunos ven ya la presencia del baile chino. No obstante, sólo hacia fines del siglo XVII se encuentran expresas referencias que nos permiten asegurar la existencia de este cuerpo de danza ritual.