Consejo de Monumentos Nacionales aprueba propuesta de declaratoria de Zona Típica para Castro
En el salón parroquial de la Iglesia San Francisco de Castro, el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) sesionó el 19 de julio en forma extraordinaria con el propósito de debatir acerca de la propuesta de declarar Monumento Nacional, en la categoría de Zona Típica o Pintoresca, el casco histórico de la ciudad. Tras el debate, los consejeros aprobaron por unanimidad la iniciativa, que ahora le será remitida a la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, para que evalúe la dictación del decreto respectivo.
En la sesión -la primera que se realiza fuera de Santiago desde hace más de 10 años- los consejeros escucharon las opiniones del municipio, vecinos, Cámara de Comercio y Colegio de Arquitectos. Junto con ello, conocieron los detalles de la consulta ciudadana realizada hace algunos días y los argumentos de la Secretaría Técnica del CMN para avalar la propuesta, que abarca un perímetro acotado de casi 32 hectáreas en la meseta fundacional de la ciudad, en cuyo centro su ubica la iglesia San Francisco de Castro, una de las 16 iglesias chilotas inscritas como Patrimonio de la Humanidad.
La decisión de apoyar el polígono que protege la zona céntrica de la ciudad, se basa en sus valores y atributos, como ser la ciudad más austral de América en el siglo XVI y la tercera más antigua de Chile con existencia continua. El Centro Histórico de Castro se emplaza estratégicamente en la "meseta" geográfica, la que se relacionaba con la vigilancia que se tenía desde este punto de la ciudad, con una morfología urbana de damero ortogonal propio de las ciudades indianas, conservando hasta el día de hoy su emplazamiento y traza original, modelo tomado de las ciudades de Santiago y La Serena, fundadas en el mismo período. Las reconstrucciones que se han llevado a cabo en la ciudad producto de los desastres naturales que han afectado el territorio a lo largo de la historia, se han realizado manteniendo su emplazamiento y escala de ciudad, lo que ha permitido que la jerarquía de la Iglesia de San Francisco se siga preservando a pesar de la construcción del Mall Paseo Chiloé.
El subsecretario del Patrimonio Cultural y presidente del CMN, Emilio de la Cerda, dijo que con esta declaratoria se da respuesta además a los requerimientos del Comité de Protección de la Unesco, en relación a la protección del entorno de la Iglesia de Castro. "Como Estado de Chile, adquirimos un compromiso con Unesco para la protección de los 16 entornos de los templos inscritos. Hasta el momento se cuenta con 10 áreas protegidas como Zona Típica y cuatro están en proceso. De este modo sólo queda pendiente la Iglesia de Caguach", precisó.
A su vez, el secretario técnico del CMN, Erwin Brevis, explicó que la declaración de la Zona Típica es una herramienta complementaria al proceso de modificación del Plan Regulador Comunal de Castro, que busca establecer 16 metros como altura máxima en la zona protegida, de modo de procurar las mejores condiciones para el desarrollo urbano de Castro. "Una vez que tengamos el decreto, trabajaremos con la comunidad las normas de intervención, de modo que ellos sean partícipes de las decisiones sobre los lineamientos que regirán para el futuro de la ciudad. Para ello, vamos a agilizar los procesos de autorización de intervenciones y fortaleceremos con más personal la Oficina Provincial de Chiloé del CMN", destacó.
La sesión plenaria coincide con la conmemoración de los 40 años de la Iglesia San Francisco de Castro como Monumento Histórico. Para celebrarlo, la orden franciscana organizó junto al CMN una serie de actividades, incluyendo visitas guiadas a las torres del templo, un taller patrimonial para niños y niñas y una misa de acción de gracias, donde los frailes recibirán de parte del Museo Municipal de Castro el plano original de la fachada principal de la Iglesia, que data de 1912.
Adicionalmente, el Consejo de Monumentos Nacionales está trabajando en conjunto con la Universidad de Los Lagos y la orden franciscana en un proyecto que busca la normalización eléctrica y un sistema de detección de incendios, que busca resguardar la integridad de la estructura. Algo que resulta sumamente necesario, considerando que la iglesia ha sido reconstruida tres veces a raíz de la acción del fuego. Un riesgo histórico que es urgente abordar en la protección del Monumento Nacional.