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CREENCIAS, CRISIS Y CAMBIOS

Cultura Chinchorro

CREENCIAS, CRISIS Y CAMBIOS

Publicado el 30/03/2005
Hasta fines de junio, el Museo Nacional de Historia Natural exhibirá una muestra sobre la cultura chinchorro y grupos de cazadores recolectores del Norte de Chile.

El próximo 6 de abril, el [!i:www.dibam.cl/historia_natural/home.asp Museo Nacional de Historia Natural] (Interior Quinta Normal s/n, Santiago) inaugurará la exposición [!b:Chinchorro: Creencias, Crisis y Cambios], que refleja esta cultura en la momificación de los cuerpos y las deformaciones craneanas intencionales, peinados y tocados. La muestra se complementa, además, con una serie de paneles informativos, facilitados por la [!b:Universidad de Tarapacá], y dos réplicas de momias aportadas por el [!b:Museo San Miguel de Azapa]. Antes del Imperio Inca, se desarrolló una de las culturas prehispanas reconocidas arqueológicamente a nivel mundial: [!b:La cultura chinchorro]. ésta habitó, entre el 6.000 y el 2.000 a.C., la pampa desértica que cae al mar y que abarca desde el Ilo, al sur de Perú, hasta la Segunda Región de Antofagasta. Los mejores testimonios de este desarrollo se encuentran en la desembocadura del Río Camarones. Y, en este sector, precisamente, se practicó uno de los aspectos más interesantes de esta cultura: su complejo sistema funerario. 3.000 años antes que en Egipto, los chinchorro empezaron a momificar artificialmente a sus muertos, práctica que perduró por 3.500 años y cuyo epicentro cultural fue el área de árica-Camarones. La datación más antigua de una momia chinchorro, obtenida con el método del radiocarbono, es de 5050 a.C. y corresponde al cuerpo de un joven hallado en un yacimiento del valle de Camarones. [!b:RITUAL MORTUORIO] La preparación del cuerpo para otra vida fue una creación increíblemente sofisticada: los cuerpos eran completamente desarticulados para ser, posteriormente, reensamblados. Los pescadores chinchorro alcanzaron a practicar tres estilos de momificación: [!b:momias negras], [!b:rojas] y [!b:con pátina de barro]. Las momias negras (5.000-3.000 a.C.) son las más antiguas y complejas; los cuerpos eran reensamblados casi como una estatua, es decir, un cuerpo rígido, con una estructura interna confeccionada con palos, cuerdas de totora y pasta de ceniza. A menudo, la piel era reemplazada con piel de lobo marino cuando la propia era insuficiente. Finalmente, los preparadores fúnebres pintaban el cuerpo con una pasta negra de manganeso. Las rojas (2.500-2.000 a.C.), en tanto, se realizaban sin una gran destrucción del cuerpo. En general, los órganos eran removidos a través de incisiones y, para proveer rigidez al cuerpo, se deslizaban maderos puntiagudos debajo de la piel y, luego, las cavidades eran rellenadas con tierra, plumas y arcilla. También se añadía una peluca de pelo humano, que se aseguraba con un casquete de arcilla. Después de cerrar las incisiones, el cuerpo era cubierto con ocre rojo y, a menudo, la cara era pintada de negro. Posteriormente, las técnicas de momificación se simplifican y los cuerpos comienzan -simplemente- a ser cubiertos con una pátina de barro, que prevenía la descomposición. La momificación intencional es un rasgo excepcional en América. Por esta razón, y por el valor histórico y cultural de que poseen, el [!i:www.monumentos.cl/pu002b.htm Consejo de Monumentos Nacionales] postuló los sitios arqueológicos de la cultura chinchorro como [!i:www.unesco.cl Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO].