Las anotaciones sobre el clima se mezclan con reflexiones acerca de la pintura, la vida y la muerte. Los dibujos rápidos a tinta, los pequeños bocetos que cuando grandes serán -o no, quién sabe- coloridos cuadros; los experimentos; la experiencias; los personajes escapados directamente de la sesera y del alma; los paisajes vividos e imaginados; todo está ahí, en pequeños cuadernos que contienen mundos, días de alegría y noches de frustración. Son las bitácoras de un viaje del que se desconoce la estación terminal, y los mapas de un recorrido por los altos y bajos de la inspiración. Son los cuadernos de vida de los artistas, espacios en los que se vuelca el inconsciente a toda velocidad y que ahora se develan al público en el libro [!b:Diarios], editado por la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, con el auspicio de Entel. El volumen reúne los trabajos de los pintores Samy Benmayor, Bororo, Gonzalo Cienfuegos, Pablo Domínguez, Benjamín Lira y Matías Pinto D'Aguiar, y entrega vívidos, y magníficamente ilustrados, extractos de sus diarios artísticos. Y lo mejor es que todos podrán asomarse a este encantador universo privado, porque un centenar de ejemplares fueron donados por la Corporación a las bibliotecas públicas de la Dibam. El acto de entrega, celebrado en la Biblioteca Nacional, contó con la participación de Clara Budnik, directora de Bibliotecas, Archivos y Museos, Oscar Agüero, secretario del comité Ley de Donaciones Culturales, y Cecilia García-Huidobro, vicepresidenta ejecutiva de la Corporación Patrimonio Cultural, además de destacados artistas nacionales. "Cuando supimos de este proyectos nos pusimos contentos, pero también nos preocupamos", señaló en la ocasión el pintor Samy Benmayor. "Porque aunque sabíamos que estos cuadernos se iban publicar algún día, creímos que sería cuando viejos", agregó entre risas. Para el pintor, se trata de "páginas muy íntimas, que muestran la base del trabajo artístico y una muestra del proceso creativo. Sin embargo, lo más importante es que los niños lo puedan ver y se motiven a ser artistas, porque mientras más seamos, mejor para todos". Cecilia García-Huidobro destacó por su parte que la intención fue dejar registro, y hacer difusión de aquellas expresiones más efímeras y menos conocidas del trabajo artístico. "Queremos privilegiar una mirada afectiva del patrimonio y en ese sentido los cuadernos artísticos son un material fantástico, llenos de intimidad, color y creatividad".