Dibam instala punto de lectura para personas en situación de calle
Una cena, una cama, un techo donde pasar la noche, una ducha y un desayuno es lo que encuentran las personas en situación de calle que se acercan al albergue temporal nocturno que administra la Corporación Evangélica Cristiana Pentecostés, y que tiene cerca de 80 usuarios diariamente. Ese fue el lugar escogido por el Ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, para dar a conocer los datos obtenidos tras un año de aplicación del Registro Social Calle, que entrega información clave para caracterizar a la población en situación de calle del país.
En la actividad estuvieron presentes el director de la Dibam, Ángel Cabeza, y la coordinadora del programa Bibliometro, Ángela Salazar, ya que la ocasión dio pie para poner a disposición de los usuarios el primer “Biblioalbergue”, iniciativa de la Dibam que busca dar acceso a la lectura a los más necesitados, mediante un punto de lectura con cerca de 350 libros y más de 200 revistas que podrán consultar y llevar en préstamo. Además de los ejemplares, donados por el programa Bibliometro de la Dibam, los usuarios tendrán a su disposición lentes ópticos para presbicia, en el caso que los necesiten para facilitar su lectura.
Entre los títulos de Biblioalbergue se encuentran “Nunca enamores a un forastero”, de Ramón Díaz Etérovic; “Pantaleón y las visitadoras”, de Mario Vargas Llosa; “Retrato en Sepia”, de Isabel Allende; “Himno del ángel parado en una pata”, de Hernán Rivera Letelier; y “Diez mujeres”, de Marcela Serrano.
La iniciativa de la Dibam es parte de su objetivo de democratizar el acceso de la cultura y la lectura, llegando a todos los chilenos. Se suma a otros puntos de préstamo en lugares no convencionales, como los recientemente inaugurados BiblioHospitales, en el hospital San José y en el psiquiátrico de Putaendo; la reinaugurada biblioteca de la Casa de Acogida Joss Van de Rest, del Hogar de Cristo, que reabrió sus puestas la semana pasada; las más de 50 bibliotecas en recintos penitenciarios; programas como el Casero del libro o Biblioplayas; y los ya consagrados Bibliomóviles, Bibliometro y la Biblioteca Pública Digital.