Dibujística, color, historia y pájaros cautivos se unen en el claroscuro de la Sala Matta
Mientras se va ingresando a la emblemática Sala Matta del Museo Nacional de Bellas Artes, un misterioso claroscuro envuelve al espectador. Luces tenues, pero con el suficiente vigor, iluminan cada una de las 45 grandes obras que Hernán Miranda, creador y director del Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia, (dependiente de la Universidad Austral de Chile), presenta a los absortos espectadores.
Son más de 30 años de incansable trabajo desde su primera exposición, inaugurada en 1979, cuando egresó de sus estudios de arte en la Universidad Católica de la mano de quien posteriormente sería su amigo: Mario Carreño, un artista que vino desde el trópico (Cuba), trayendo el ímpetu caribeño y el color, para quedarse entre nosotros y formar, hasta su muerte, en 1999, a generaciones de artistas de vanguardia entre quienes se cuenta Hernán Miranda, quien expresa: "Dialogamos mucho sobre arte. Mario era un artista que manejaba el oficio de modo excepcional".
Antológica 1979-2013
Fue invitado hace tres años a participar en esta muestra antológica en la principal sala del Bellas Artes, y no fue una tarea fácil rescatar de entre coleccionistas y museos, las obras que componen la "Exposición Antológica Hernán Miranda 1979-2013". Sus trabajos son atesorados por importantes museos de Chile, mientras que otros traspasaron las fronteras del país. ¿Es esta una muestra representativa de estas tres décadas de trabajo?
"Pienso que sí. A partir de mi egreso desde la Escuela de Arte de la Universidad Católica , en 1979, ya me sentí un artista profesional. Desde aquellos años, con una exposición en la extinguida galería Arte Actual, comencé a dar mis primeros pasos en este mundo del arte profesional. De esa época he podido presentar sólo un cuadro, que es de mi colección particular, porque el resto se fue de mis manos", aclara Hernán Miranda.
"Afortunadamente -agrega- he podido vivir del arte, porque me formé como pintor y como artista visual. Soy profesor de la Universidad Católica y dirijo el Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia, el que contribuí a fundar en 1994".
"Por ejemplo- añade- en una de las series que presento, ´Escenas de caza´, se destaca el uso del color. Son máquinas de guerra enfrentadas a personas y a seres indefensos. Hay una reflexión en torno a la violencia, pero reconozco que hay también elementos que me llamaron la atención en Mario Carreño. Después hay otra serie ´Cita con la historia´, que tiene que ver con los elementos que marcan la diferencia Este-Oeste. Sin ir más lejos, una obra estructurada a partir de una fotografía histórica (Conferencia de Yalta), donde las potencias ganadoras (Inglaterra, Estados Unidos y la Unión Soviética), se repartieron el mapa".
Otra de las pinturas que integran la muestra, es la del soldado izando la bandera soviética en el Reichstag, al término de la Segunda Guerra Mundial que extrajo, según sus propias palabras, a través de la 'reapropiación fotográfica'. Dice Miranda al respecto: "Trabajo con referencias, con citas y con archivos. Sigo usando la fotografía histórica, incluso la filatelia, donde he encontrado estampillas del Tercer Reich , de la Unión Soviética y de la China de Mao. De ese modo construyo mi propia historia. Incluso presento unos trabajos extraídos a partir de una estampilla de la época del gobierno de la Unidad Popular en la que se celebra la nacionalización del cobre".
En la "Exposición Antológica Hernán Miranda 1979-2013" coexisten también biombos intervenidos (algunos en la cultura del Pop), con un anverso y un reverso que los hacen muy dinámicos (los primeros datan de 1995). Igualmente trabajos en soporte cobre, que el artista tiene en gran estima, también jaulas acrílicas tridimensionales con pájaros prisioneros: "Son pájaros silvestres de la zona de Valdivia que no pueden permanecer cautivos, porque mueren. Se trata de una reflexión frente al medio ambiente y la naturaleza tomando a las aves como un símbolo de lo que el ser humano ha acorralado".
"En la exposición y en cuanto a su luminosidad -finaliza Miranda- quise provocar un ambiente barroco, de penumbra, para darle protagonismo a las obras y crear un diálogo entre los trabajos y los espectadores. Qué no se distraigan observando las que vienen".
La retrospectiva de Hernán Miranda se articula en torno a siete ejes temáticos: Paisaje urbano (1979-1972); Escenas de caza (1982-1985); Cita con la historia de la pintura (1991); Cita con la historia (1992); Palimpsesto (1995); Imagen Latente (2010) y, el más reciente, Cuerpo de Chile (2012-2013).
Son de grandes proporciones las pinturas de Hernán Miranda. Allí, los seres humanos se reflejan casi a tamaño natural, lo que brinda una mayor espectacularidad a esta exposición que, al margen de sus contenidos, no podrá repetirse dada la diversa procedencia de los trabajos.