Los Clubes de Lectura, como parte del programa del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas, han ido dejando huella en distintos territorios de nuestro país. No sólo como espacios que permiten acciones de fomento lector, sino que como zonas de contacto y encuentro para distintas comunidades, en sus contextos y con identidad territorial. Efectivamente, cada Club de Lectura lleva impresa y carga con los relatos de quienes les dan vida. En ese marco, la Coordinación Regional de Bibliotecas Públicas de Aysén, ha gestado Clubes de Lectura en distintas localidades, cada una con su ritmo propio y riqueza en la lectura compartida. 

Con el foco puesto el encuentro y el disfrute de la lectura, la Coordinación, desplegó una estrategia temática y, en Coyhaique, convocó a la comunidad a ser parte de un club de lectura con enfoque de género. “Caliban y la Bruja” de Silvia Federicci, "Antología Feminista", del Colectivo LasTesis o los ensayos "Todos deberíamos ser feministas" y "Cómo educar en el feminismo", de la autora nigeriana Chimamanda  Ngozi Adichie, fueron algunos de los textos que transitaron por el club a través de la experiencia de lectura colectiva y compartida, resituando sus contenidos, desde las particulares miradas e itinerarios de sus 10 integrantes. 

“Nos planteamos abrir un espacio de invitación a un Club de Lectura temático, pensando que así llegaríamos a un público más focalizado. Definimos que fueran lecturas destinadas a entender y formarse en enfoque de género, primero, y más adelante avanzamos  a las lecturas feministas, que fue lo que las mismas participantes valoraron”, comenta sobre la iniciativa Alejandra Muñoz Sandoval, profesional de apoyo de la Coordinación Regional de Bibliotecas Públicas de Aysén. La misma comunidad, definió como una necesidad acercar y aclarar algunos conceptos en torno a temáticas de género y feminismos, por lo que la lectura compartida, fue un espacio para dará fluidez y contención a la tremenda cantidad de información que circula actualmente tanto en medios de comunicación como a nivel social, educacional, laboral o familiar. “Tener opinión, enriquecer el pensamiento, compartir experiencias, conocer diversas visiones, prácticas y teóricas frente el feminismo, acercarse a la creación artística y al pensamiento de otras mujeres a través de los tiempos, son maneras de responder a nuestro propio tiempo que nos interpela e  incidir  en nuestro desarrollo personal, procesos en los que la lectura  y  el encuentro con otras mujeres, son actividades de enorme valor” comparte destacando otro aspecto relevante de espacio como parte de la comunidad

Uno de los objetivos del Club es la lectura en compañía, a través de sesiones que son antecedidas por la lectura individual de un texto. Clave ha sido ser sensible a cada ritmo de lectura y, también, el encuentro para las lecturas en voz alta, donde el grupo repasa y vuelve, desde una dimensión afectiva sobre párrafos que le hicieron sentido en sus experiencias lectoras. Durante el año pasado, el club realizó algunas experiencias de lectura en espacios públicos, por ejemplo, para el 8M del 2022, en el frontis de la Biblioteca Regional y, este año, fueron invitadas a un ciclo de “Encuentros con autoras”, en el marco del Día del Libro. Para este año, se espera dar continuidad a este espacio con una frecuencia semanal y preservando la presencialidad. 

“El contar con grupos de interés que se relacionan de manera permanente con las Bibliotecas es un aliciente para la gestión bibliotecaria, ya que estos públicos son partícipes de otras actividades en las que aportan con su propio capital cultural y de conocimiento a las líneas de trabajo que la biblioteca tiene” comenta Alejandra en torno a los desafíos para este 2023, agregando que fruto de la sistematicidad de este club, se abrió, ademas, la posibilidad de crear otro dedicado a la lectura de literatura en general.