ENTREGAN ARCHIVO SONORO CON VOCES KAWÉSQAR
La noticia golpea con fuerza: en Zurich, en el departamento de antropología de la universidad local, fueron hallados recientemente cinco esqueletos de miembros de la comunidad kawésqar quienes habían sido trasladados a París, en septiembre de 1881, para ser "exhibidos" en el "Jardin d'Acclimatation", donde se cobraba por observarlos como animales de un zoológico.
Aparentemente, estos indígenas fueron capturados en territorio inglés en Tierra del Fuego y embarcados a la fuerza en un barco francés. Uno de ellos fue muerto en el acto de defenderse. En total, fue un grupo de 11 Kawésqar o Alacalufes (entre hombres, mujeres y niños) que murieron en Europa sin poder retornar a su hábitat ancestral. Una historia de secuestro, horror y muerte cuyos puntos en común se entrelazan con el tráfico de esclavos africanos a Europa y América Latina durante varios siglos. Las recién encontradas osamentas serán devueltas a Chile para ser sepultadas junto a sus antepasados.
Urgente rescate
Por ello, una alta significación tendrá el acto que se realizará el martes 15 de septiembre, al mediodía, en la Sala Ercilla de la Biblioteca Nacional, cuando el equipo encabezado por el etnolingüista óscar Aguilera y el investigador Juan Carlos Tonko, donen al Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares, el único archivo sonoro del habla kawésqar, fruto de dos años de intensos trabajos en Santiago y Puerto Edén (2006 y 2007), y que contiene conversaciones, narraciones mitológicas y descripciones de flora y fauna de los últimos hablantes kawésqar que sobreviven en la extrema región.
Por la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos recibirá la donación su directora, Nivia Palma, junto a Ana Tironi, directora de la Biblioteca Nacional y Micaela Navarrete, curadora emérita del Archivo de Literatura Oral y Tradiciones Populares, donde el material quedará a disposición de los investigadores.
El trabajo -comenta óscar Aguilera- se realizó con fondos del Gobierno Regional de Magallanes y Antártica Chilena. "Hubo dos equipos, uno en Santiago, formado por los investigadores responsables (óscar Aguilera y José Tonko) y otro en Puerto Eden, con los ayudantes de investigación Juan Carlos Tonko y María Isabel Tonko. Se trabajó con tres informantes, que eran los que tenían el mayor conocimiento de los datos que se recopilarían". "Este archivo salva una parte importante del acervo cultural de esta etnia y este conocimiento se habría perdido sin su realización, ya que los últimos depositarios de esta cultura son personas de cierta edad, por lo que son muy frágiles, y era urgente recopilar la documentación. El procesamiento del archivo consiste en la transcripción y traducción al español de los textos, trabajo en el que estamos empeñados", apunta Aguilera.
Por razones de seguridad (a fin de evitar deterioro, borrado accidental o pérdida), el archivo se depositó también en diversas instituciones de Chile y el extranjero. "Como responsables del proyecto y centro de operaciones, nosotros conservamos las grabaciones originales y cinco respaldos: el Gobierno Regional tiene una copia; Conadi de Punta Arenas, otra, y también la comunidad kawésqar de Puerto Edén, al igual que ahora la Biblioteca Nacional", agrega. "En el extranjero, el lugar más importante de conservación es el Archivo de Lenguas Indígenas de Latinoamérica, de la Universidad de Texas, porque cuando cambie la tecnología o los formatos de preservación ellos harán, sin costo, la migración correspondiente. Otra copia ya se encuentra en el Archivo de la Universidad James Cook en Cairns, Australia", finaliza.
El protocolo de entrega estipula que las instituciones depositarias deberán agregar al archivo las actualizaciones correspondientes para mantenerlo al día. De hecho, las primeras actualizaciones se distribuirán dentro de este mes. Consisten en un archivo de metadatos con el detalle de todo cuanto está grabado; la duración de cada grabación; las restricciones correspondientes (acceso abierto o restringido) que tiene relación con los derechos intelectuales que corresponden a los autores y a los miembros de la Comunidad Kawé