Fe convertida en arte
El Museo Histórico Dominico, por ejemplo, posee pinturas, un valioso archivo musical y una importante colección de libros en su Biblioteca Patrimonial, que perteneció a la Orden de los Predicadores.
A través de ellos se puede conocer la historia de la orden y conceptos como el misticismo, la unión con Dios y la santidad. También revelan por qué se normó la nominación de los santos y se definió una iconografía única.
Este criterio se expresa claramente en el "Compendio Histórico de la Vida de los Santos", el cual da cuenta de la vida y símbolos de los santos de la Orden Dominica, y fue usado como referencia para crear la serie de óleos de gran formato conocida como El Santoral Dominico.
Belleza y religiosidad
Además de su contenido evangelizador y devocional, muchos de estos objetos destacan por su confección, estética y materialidad. En el caso de los libros de horas, unas de las piezas más exclusivas de la Colección del Museo de Artes Decorativas.
Se trata de tres pequeños libros hechos a mano en Francia a fines de la Edad Media, que pertenecen a un exclusivo repertorio internacional. Son piezas únicas, que en general eran elaboradas por el encargo de un noble.
Su fabricación data de fines del siglo XIII e inicios del siglo XIV. Dos corresponden a la categoría de manuscritos iluminados, pues tienen decoraciones de oro o plata en sus imágenes , letras capitulares y viñetas.
El tercer libro es considerado un incunable, como se denomina a los primeros impresos con tipos móviles confeccionados desde la aparición de la imprenta hasta el año 1500 aproximadamente.
Todos ellos narran pasajes devocionales u oraciones no litúrgicas, y su fin era ser leídos durante los ocho momentos canónicos del día: maitenes, laúdes, prima, tercia, sexta, nona, víspera, y completas.
Arte religioso que reúne a la comunidad
Pero no todo el arte y el patrimonio está en los Museos, y los santos vestidos de Chiloé son un excelente ejemplo de ello. Hoy es posible encontrar estas esculturas en la mayoría de las capillas e iglesias del archipiélago, y en torno a ellas se reúnen a las comunidades que mantienen vivos sus ritos religiosos y culturales.
La artista visual Mariana Matthews recorrió 21 islas del archipiélago en 2008, y fotografió figuras religiosas de cristos y vírgenes de 35 iglesias chilotas, las que reunió en la Colección Santos silentes, que conserva el Museo de Sitio Fuerte Niebla.
Párrocos, patronos de imágenes, fiscales de iglesias y los propios isleños fueron capturados también por el lente de la autora, que eligió los lugares más apartados de la Isla Grande y las obras que presentaban mayor deterioro.
El conjunto constituye un rescate de las esculturas creadas por la escuela de santería hispano chilota que data del siglo XVII, y se origina con la llegada a la isla de misioneros de la Compañía de Jesús. Esta tradición comenzó a desaparecer en el siglo XIX.
También, las bibliotecas y museos han recopilado, en conjunto con sus comunidades, fotografías, documentos y videos sobre religiosidad, los que pueden ser vistos en el sitio web del programa de la Dibam Memorias del Siglo XX.
Para disfrutar de este patrimonio, los invitamos a visitar estas galerías de imágenes:
- Galería. Libro de horas manuscrito e iluminado, 1480. Primera parte
- Galería. Libro de horas manuscrito e iluminado, 1480. Segunda parte
- Galería. Libro de horas manuscrito e iluminado (1475-1515)
- Galería. Iluminaciones de en libro de horas incunable
- Galería. Capitulares: arte en una letra
- Galería. Marcos decorativos: alegorías de la naturaleza
- Galería. Santos silentes, objetos de la escuela Santería de Chiloé