Jóvenes participan en jornada de co-creación para levantar programa de voluntariado patrimonial
Más de 50 jóvenes y representantes de diversas organizaciones e instituciones ligadas a la protección del patrimonio llegaron al Centro Patrimonial Recoleta Dominica ¿El objetivo? Levantar información para co-crear y delinear un programa de voluntariado patrimonial juvenil para la puesta en valor de sitios y bienes patrimoniales del país. La instancia fue un desayuno público y una jornada de trabajo coordinado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y el de Desarrollo Social y Familia a través de la Subsecretaría del Patrimonio Cultural y el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV).
En la jornada se discutieron ideas para desarrollar un primer piloto este año con foco en algunas áreas de interés. Este trabajo parte de una lógica colaborativa con distintas instituciones del Estado como el Consejo de Monumentos Nacionales, el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, municipalidades, universidades y organizaciones de la sociedad civil. Así, se busca generar un ecosistema de voluntariado con socios estratégicos, además de crear redes y equipos regionales de voluntarios capacitados en temáticas de patrimonio cultural para su conservación.
Emilio de la Cerda, subsecretario del Patrimonio Cultural plantea que "la protección y salvaguardia del patrimonio es una labor que convoca a la sociedad en su conjunto. El patrimonio es memoria, identidad y futuro porque se trata de cómo nuestra generación administra un acervo patrimonial heredado y en el proceso lo enriquece y construye nuevo patrimonio para los que vienen. En esa tarea los jóvenes son fundamentales".
Y agrega que "en el Día del Patrimonio miles de jóvenes se comprometen como voluntarios para ser parte de esta iniciativa y su aporte ha sido clave para el desarrollo de esta fiesta. Por eso, junto a ellos estamos trabajando para co-crear un programa de voluntariado juvenil más amplio para la puesta en valor de sitios y bienes patrimoniales en Chile".
Dentro de la jornada se desarrolló una metodología de levantamiento de información clave a través de jóvenes con experiencia en voluntariados patrimoniales. De esta forma se abordaron una serie de preguntas para que las y los voluntarios elaboren propuestas y conclusiones ligadas a la materia.
Mirko Salfate, director nacional de INJUV, destaca que "las y los jóvenes han mostrado un gran interés en la puesta en valor del patrimonio, su conservación y la vinculación con otros jóvenes. Por eso hoy estuvimos desarrollando ideas y propuestas que serán sistematizadas para que converjan en un gran ecosistema de voluntariado patrimonial, en donde realizamos acciones que vayan más allá del interés esporádico y que perduren a través del tiempo".
En particular, en la actividad se analizaron acciones de voluntariado patrimonial con foco en los Sitios de Patrimonio Mundial Iglesias de Chiloé, Campamento minero Sewell y las Oficinas salitreras Humberstone y Santa Laura. También se suma la comuna de Lota, donde desde las comunidades y diversas instituciones públicas se está impulsando un plan para promoverla como Sitio de Patrimonio Mundial en virtud de su patrimonio industrial ligado a la extracción del carbón; y Quinchimalí, cuya tradicional artesanía se está presentando a la UNESCO para su inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial. Esto, con el propósito de diseñar estrategias para poner en valor el patrimonio cultural, conservarlo y vincularlo a las juventudes.
Frances Monasterio, profesora de Artes Visuales, voluntaria de oH Stgo, del Día del Patrimonio y Quiero mi Barrio explica que "estas instancias son muy buenas para acercar el voluntariado patrimonial a los demás. El trabajo que se hizo hoy fue redondo, ya que hace la información que se levante sea transversal y útil para una eventual política de voluntariado patrimonial".
Tras la jornada la información levantada será sistematizada para así poder consolidar un programa de voluntariado patrimonial a nivel nacional. Esto, haciendo hincapié en cómo los y las jóvenes de Chile pueden ser un verdadero aporte en el cuidado y puesta en valor del patrimonio.