El quinto suceso más relevante en la historia de la torre de la Iglesia San Francisco -uno de los monumentos históricos más emblemáticos de la ciudad de Santiago-, se registró este sábado, con el término de las obras de reposición y reconstitución definitiva de una nueva cruz y barandal en su chapitel, diseñada y construida exactamente hace 150 años por el arquitecto Fermín Vivaceta. En la ocasión se realizó una ceremonia litúrgica de bendición de la nueva cruz, a cargo del fray Rogelio Wouterf -hermano provincial de la orden franciscana-, ocasión en que estuvo presente, entre otras autoridades, la intendenta metropolitana, Adriana Delpiano; el secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, óscar Acuña y el seremi metropolitano de Obras Públicas, Juan Antonio Muñoz, quienes fueron parte importante en la reconstrucción de esta obra. En la oportunidad, una grúa de 60 metros de altura procedió al levantamiento y anclaje de la nueva cruz, de dos metros y medio de altura y fiel copia de la original. La iniciativa, que supera los 30 millones de pesos, fue financiada con fondos de emergencia del Ministerio del Interior, gestionados por la Intendencia Metropolitana en febrero pasado, fecha en que se llegó al punto más crítico, cuando un temporal de viento y lluvia estuvo a punto de derribar la cruz que ya mostraba signos de inclinación y deterioro, lo que obligó a interrumpir una misa y, con ayuda de Carabineros y Bomberos, a cerrar perimetralmente el sector para evitar un eventual accidente. "Para nosotros es de una enorme satisfacción e importancia el haber colaborado en que este verdadero símbolo de la ciudad se perpetúe en el tiempo. Estamos muy agradecidos de la ayuda prestada por el seremi de Obras Públicas y el [!N:www.monumentos.cl [!b:Consejo de Monumentos Nacionales]], para poder concretar este proyecto en el más breve plazo, el que permitirá dar seguridad a los feligreses y también a los miles de transeúntes y turistas que circulan por el lugar", expresó la intendenta Adriana Delpiano. En tanto, el seremi de Obras Públicas, Juan Antonio Muñoz, destacó que "este trabajo ha sido muy complejo debido a la antigüedad de la torre de la Iglesia San Francisco, prácticamente toda de madera. En este sentido, no sólo ha sido necesario resguardar la seguridad de las personas que trabajan en la obra y de quienes transitan por el lugar, sino también velar por un patrimonio tan importante para la ciudad de Santiago, como es este templo, construido en sus inicios por instrucciones del mismo Pedro de Valdivia". De la misma manera, Oscar Acuña, en su calidad de secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, destacó que esta obra es un buen inicio para las celebraciones del [!c:Día del Patrimonio], cuya fiesta, a la que se invita a todo el país a participar, está programada para el 27 de mayo próximo. "Esta obra permanecerá aquí por varios siglos, como testimonio de lo que significa para todas las generaciones pasadas y futuras de chilenos, tanto desde su punto de vista material, como edificio emplazado en el casco histórico de la ciudad, como desde el punto de vista intangible, por el culto y devoción que aquí se genera", dijo. [!b:HISTORIA] En el altar mayor de la iglesia se encuentra la imagen de Nuestra Señora del Socorro, "la primera que entró en el Reino (de Chile)... la cual es de gran devoción", según consigna un manuscrito de fines del siglo XVI, de los padres Juan Vega y Francisco Montalvo, contenido en el Archivo Franciscano. Tallada y policromada en Italia, esta imagen de 27 centímetros formó parte del equipaje del conquistador Pedro de Valdivia en su venida a Chile, quien le atribuyó la protección de sus huestes frente a los ataques indígenas. En efecto, el conquistador de Chile, en un deseo póstumo que fue aprobado por el Cabildo de Santiago, hacia 1554, dona la Ermita de Nuestra Señora del Socorro, emplazada en el mismo lugar de la actual iglesia. La colocación de la primera piedra aconteció el 5 de junio de 1572. Los franciscanos construyeron un templo sencillo, de adobe, que fue destruido completamente por un temblor en 1583. Entonces recurrieron, tanto a los feligreses como al rey Felipe II, para obtener los recursos de una nueva construcción, cuyos dos tercios de la nave y parte del crucero permitieron colocar la imagen de la Virgen del Socorro, el 23 de septiembr