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No basta con crear...hay que inscribir

Departamento de Derechos Intelectuales

No basta con crear...hay que inscribir

Publicado el 10/02/2006
Hay quienes escriben y confían su obra al viento. Para los demás, existe el Registro de Propiedad Intelectual de la Dibam, que protege los derechos de autor sobre obras literarias, artísticas o científicas.

¿Sabe usted cuántas obras intelectuales se crean al año en Chile? Podemos hacer un atisbo al ver cuántas se inscriben diariamente en el [!b:Departamento de Derechos Intelectuales]: "Acá se inscriben unas 30 obras diarias, a veces 40" nos dice Eduardo Vargas, uno de los funcionarios a cargo de la única oficina de Registro de Propiedad Intelectual del país, en calle San Isidro. Haciendo el cálculo, vemos que más de 10.000 obras literarias, artísticas o científicas obtienen su número de inscripción en este lugar cada año. Esta cantidad ha ido en aumento en el último tiempo. Eduardo Vargas cree que esto se debe a los tratados de libre comercio suscritos por nuestro país, que vuelven más necesario que nunca patentar las obras, pues tienen mayores posibilidades de circular por otros países. El [!b:Registro de Propiedad Intelectual] no es obligatorio, pero Rosa Cafucoy, otra funcionaria de esta oficina, define sintéticamente su utilidad: "Es el medio más rápido de prueba ante la ley". Frente a un juicio por derechos de autor, la prueba palpable de la obra inscrita es irrefutable. "El número de inscripción es como un espanta cucos" dice Vargas, refiriéndose a quienes se dedican al poco honroso oficio del plagio. Además, distintas instancias están exigiendo esta inscripción antes de que la obra vea la luz: la Cámara Chilena del Libro, para obtener el ISBN (número internacional de catalogación e identificación de títulos), o en festivales de teatro, u otros concursos. "Diez años atrás los números de inscripción se pedían por teléfono" recuerda Eduardo Vargas, y Rosa Cafucoy acota: "Después tenían que traer un ejemplar del libro y cancelar la inscripción, pero no siempre llegaban". Hoy el trámite se ha formalizado y no es posible obtener el número de inscripción sin antes cancelar $3.140 pesos en el Registro. Rosa Cafucoy cuenta que los más asiduos "visitantes" que reciben son los poetas: "Se inscriben más que nada poemas, y ahora último seudónimos". A veces estos coinciden fonéticamente unos con otros, aunque estén escritos de manera distinta, y causan dolores de cabeza a los funcionarios. Pero la variedad de inscripciones es amplia: videos, fotografías, dibujos, cd´s, dvd´s, canciones: "La mayoría de los músicos inscribe primero sus canciones como poemas, porque sale más barato juntarlas. Cada canción con su partitura se inscriben por separado. Entonces les conviene esperar que el disco esté listo para inscribirlas como canciones" dice Rosa Cafucoy. En los últimos años, otros formatos se están inscribiendo con mayor frecuencia: las tesis universitarias y los guiones de T.V.: "Los profesores inscribían las tesis de los estudiantes a su nombre" cuenta Eduardo Vargas. "Ya no lo permitimos, los autores son los alumnos, y ellos vienen a inscribirlas". A su vez los guionistas de televisión dejaban su propuesta en los canales y luego veían que sus ideas salían al aire sin que les preguntasen nada ni menos les pagasen. "Ahora vienen a inscribir primero los guiones para después llevarlos al canal", dice Vargas. Todo el material recopilado se almacena en bodegas que naturalmente ya se hacen estrechas. Necesitan trasladar cosas a otros lugares, y para ello se baraja la amplia Biblioteca de Santiago, pero aún no se define con certeza. Mientras eso ocurre, los autores no cesan de producir. Y por supuesto, de inscribir. [!b:[!i:www.dibam.cl/derechos_intelectuales/derech_autor.htm Ley de Propiedad Intelectual]] Más información en la página del [!b:[!i:www.dibam.cl/derechos_intelectuales.htm Departamento de Derechos Intelectuales]]