Nueva tapa de Polinesia fue donada al Museo de Historia Natural de Valparaíso
El día 26 de diciembre del 2022, la arqueóloga y profesora de la Universidad Academia Humanismo Cristiano, Andrea Seelenfreund, entregó esta pieza a la institución.
Una vez finalizada la etapa de donación, esta tela de Tonga, no solo formaría parte de la colección etnográfica del Museo, sino que también, será una importante pieza de estudio.
En este sentido, la investigadora busca dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿Cómo una pieza textil, elaborada por una planta, puede determinar las antiguas rutas migratorias del Pacífico?
Seelenfreund, no solo se remitió a la donación de esta tapa, sino que también, junto a su equipo, estudió y analizó la colección de textiles de corteza vegetal que forman parte de las colecciones del Museo de Historia Natural de Valparaíso (MHNV).
Es importante señalar que la institución porteña en julio del 2018, exhibió una tapa perteneciente a Rapa Nui, que forma parte de su colección patrimonial, el cual era usado como vestido y falda adornado con plumas de gallo. Además, poseía un trenzado de fibra elaborado de la corteza de plátano.
¿Qué son las tapas?
Las tapas son un conjunto de telas elaboradas gracias a la corteza de la planta Broussonetia papyrifera, especie nativa de Asia, que luego fue trasladada a las distintas islas del Pacífico por los antiguos colonizadores. También es conocida como mahute o morera de papel.
Para la cultura polinésica, estas prendas poseían un amplio contenido simbólico relacionado al mana y el poder sagrado que transmitían los ancestros a las mujeres. Por otra parte, estos lienzos tenían un carácter identitario y único al ser de propiedad familiar, es decir, cada tela lucía un aspecto y diseño único en su significado y representación, agregándole un valor subjetivo a esta pieza artesanal.
¿Por qué se llaman tapas?
Esta denominación de “tapa” emerge de Tahiti y las Islas Cook. Para la investigadora Andrea Seelenfreund, “Refleja la importancia y la función de las telas de corteza en las islas de Pacífico que va mucho más allá de ser un objeto de vestimenta como tal, siendo capas de protección que en su función envolvente contienen el mana”. Es decir, “tapa” tiene una connotación vinculada a la protección y envoltorio del mana.
Sin embargo, hoy en día el uso de “tapa” es generalizado al nombrar así a cualquier tela confeccionada por medio del tratamiento de la corteza del mahute, agregó.
¿Cómo es su confección?
En primer lugar, la plantación, mantención y cosecha de la morera de papel era indispensable, ya que es la materia prima de las tapas; esta tarea pertenecía a los hombres. Sin embargo, todo el proceso de la extracción de la corteza hasta la creación y personalización de las prendas estaba a manos de las mujeres.
Ellas removían la corteza interior del tronco con los dientes o cuchillos. Una vez finalizado, este material es golpeado con un mazo de madera para romper y extender las fibras. La superficie usada para este proceso varía según las islas; en su mayoría se usaba un trozo de madera dura mientras que, en Rapa Nui, se usaba una roca plana.
Luego de extender las fibras, estas se exponían al Sol para secarlas. En el caso de querer componer una pieza de mayor tamaño, se pegaban varias fibras.
La intervención de esta pieza textil dependía de lo que se desea transmitir, ya que cada tela es única en su identidad, y también de la disponibilidad de materiales de la isla. Por ejemplo, para dibujar estos motivos se hacía uso de pinceles de fibras vegetales y los tintes dependían de los recursos como las raíces de la cúrcuma para las tonalidades amarillas, el hollín de origen vegetal para el negro, algunos extractos de plantas y tierra de color para la gama de rojos, entre otros.
Sin duda, la elaboración de las tapas a manos de las mujeres, es una tradición cultural moldeada golpe a golpe, que no sólo aporta una riqueza etnográfica, sino también, pueden servir como material de estudio que ayude a determinar hallazgos, como las rutas migratorias de los colonizadores.
Redacción: Matías Olivares
Fuente:Museo de Historia Natural de Valparaíso