La "Perla del norte", como es conocida la ciudad de Antofagasta, ofrece en los antiguos edificios de la Aduana y la Gobernación Marítima, la posibilidad de conocer la historia de la región que lleva el mismo nombre. Ahí en el número 2786 de la calle José Manuel Balmaceda y frente al mar, se ubica el Museo de Antofagasta que es el más septentrional de los museos que integran la red del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural.

En estos edificios, que son a su vez monumentos nacionales, se resguarda y difunde el devenir de la zona de acuerdo a la misión institucional de "contribuir al conocimiento del Patrimonio Cultural de Antofagasta desde una perspectiva multidisciplinaria; preservando e investigando el patrimonio, divulgando la historia y los asentamientos culturales del litoral, y contribuyendo a dar sentido a nuestra identidad".

Gracias a la tecnología y los contenidos especiales que se han desarrollado en nombre del Museo de Antofagasta y también del Servicio, podemos acercarnos virtualmente a su colección patrimonial que registra alrededor de diez mil bienes culturales que revelan las culturas prehispánicas del litoral del desierto, como también la historia urbana y minera de la región de Antofagasta en donde se vivió el esplendor y la caída de la industria salitrera desde fines del siglo XIX hasta principios del siglo XX.

A través del estudio y análisis de parte de su colección, coordinados por la Subdirección de Investigación a través de su proyecto Bajo la Lupa, podemos averiguar cómo se desarrolló la industria del salitre en Chile, cómo se vivió en la pampa salitrera, qué alimentos se consumían en las oficinas salitreras, y muy especialmente en esta ocasión, acercarnos a las prácticas y costumbres de la época a través de la colección de 85 envases de vidrio de producción industrial.

Aunque no se sabe con certeza el origen de estos frascos y botellas que fueron adquiridos a coleccionistas, la información asociada a cada uno de ellos determinó que gran parte correspondía a uso medicinal, alimenticio y hasta de higiene personal. En la galería de Higiene y estética de esta colección digital se puede visualizar una botella de brillantina y fijador capilar Glostora, un producto para el cuidado capilar que garantizaba brillo y sedosidad al cabello además de facilitar el peinado o botellas de perfume de las marcas Atkinsons y Williams, mientras que en la galería de Alimentos se pueden ver una botella de salsa inglesa de la marca Lea & Perrins y un frasco de extracto de vainilla de la marca chilena Iguazú, entre otros.

Para profundizar puedes leer el artículo Colección vítrea del Museo de Antofagasta: una historia traslúcida de la arqueóloga especializada en el estudio del vidrio histórico Calaghan Cortés, en donde hace un exposición de lo que nos cuenta el material vítreo, el contexto histórico de las piezas y la categorización de cada una de ellas.

En la web del Museo de Antofagasta existe asimismo un interesante artículo donde Cortés relata algunos detalles de esta investigación que se enfocó en caracterizar y contextualizar los objetos.

Recordamos también que el Museo Histórico Nacional dispone de la colección digital Trabajo y resistencia en la pampa salitrera en tanto que el Archivo Nacional tiene Publicidad del salitre en el mundo, además de un completo sitio temático en la misma línea denominado Salitre de Chile.

Memoriachilena.cl tiene también un tema dedicado al salitre, dos minisitios y variadas cápsulas dedicadas al "oro blanco", además de contenidos asociados a esta temática que te permitirán profundizar en línea.

¿Conocías la historia del salitre desde estas perspectivas?