Tesoros íntimos de Gabriela Mistral saldrán a la luz en "Hijita Querida"
El Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional y Pehuén Editores, darán a conocer un nuevo libro que contiene una parte significativa del epistolario mantenido durante dos décadas entre Palma Guillén, profesora mexicana, y la Premio Nobel chilena, Gabriela Mistral. En 1922, siendo una maestra normalista de enorme sensibilidad social e inteligencia preclara, Gabriela Mistral fue convocada por José Vasconcelos, ministro de Educación Pública de México, para contribuir a la reforma profunda de la educación azteca desde sus raíces. En el emprendimiento de este proceso, el gobierno mexicano designó a Palma Guillén como secretaria de Mistral, cuya salida de Chile coincidió con la publicación de su primer poemario "Desolación". Desde ese momento, Palma Guillén se convirtió en compañera inseparable de la poeta en una amistad que se prolongó más allá de la muerte física de Gabriela, cuyo testimonio queda cimentado por el epistolario "Hijita Querida" (pp.312), con edición, selección y prólogo de Pedro Pablo Zegers, jefe del Archivo del Escritor de la Biblioteca Nacional.
Palma Guillén y Gabriela Mistral
"Hijita Querida", como la mexicana solía encabezar sus cartas a la Mistral, es el acertado título de esta obra cuyos originales fueron rescatados desde el voluminoso "legado de Gabriela Mistral" que conservó otra de las más cercanas amigas de la poeta, la estadounidense, Doris Dana. A la muerte de ésta, su sobrina Doris Atkinson, entregó en 2007 a la Biblioteca Nacional, ese tesoro documental desde donde Zegers seleccionó unas 300 misivas que conforman el nuevo libro que también incluyó, a modo de adenda, correspondencia de Gabriela Mistral a Palma Guillén. Las cartas corresponden al período 1942-1957 y demuestran que, pese a la distancia, Mistral le escribió hasta sus últimos días a Palma Guillén. Dice Pedro Pablo Zegers: "Al tratarse de un documento personal e íntimo, se ha considerado necesario respetar todos aquellos signos y maneras particulares de escritura. Así es como se han conservado los guiones entre oraciones que actúan, en ocasiones, como signos de puntuación: puntos, comas o paréntesis. También se han mantenido los subrayados que Palma Guillén seguramente utilizó para dar énfasis a ciertas frases". Aclarando el tema de la reciprocidad en la correspondencia, Pedro Pablo Zegers dice: "Las cartas enviadas por Gabriela Mistral a Palma Guillén son mucho menores en cantidad . Intercalarlas cronológicamente en el cuerpo principal de cartas, habría provocado que pasaran casi inadvertidas, motivo por el cual han sido anexadas en un capítulo al final del libro". Este nuevo trabajo viene a arrojar más luces en torno a la personalidad de la Premio Nobel y una separata fotográfica, al final del libro, resume los años más felices pasados por Mistral y Palma Guillén en diversos lugares del mundo, en una relación que sólo pudo opacar la muerte de Juan Miguel Godoy (Yin-Yin), en 1943, sobrino-hijo de Gabriela Mistral y de quien Palma Guillén pasó a ser la segunda madre y tutora. La vida entre ambas mujeres , cuando no fue presencial, continuó a través de misivas , lo que otorga a este corpus un valor adicional al de la mera comunicación pragmática, revelando la entrañable amistad que unió a las dos intelectuales.