Pasar al contenido principal

UN ARCHIVO PARA EL ARTE CHILENO

Biblioteca del MNBA

UN ARCHIVO PARA EL ARTE CHILENO

Publicado el 27/02/2006
El Museo Nacional de Bellas Artes conserva en su biblioteca un valioso archivo sobre artistas plásticos chilenos. Un material único, reunido en buena parte gracias a las donaciones hechas por familiares de algunos artistas o críticos de arte.

Jaime Soto preparaba, junto a tres personas más, un Diccionario de Artistas Plásticos Chilenos. El investigador había logrado reunir y ordenar una gran cantidad de material, pero no logró publicarlo porque la muerte lo detuvo. Su archivo, valioso tanto por su exhaustividad documental como por la inversión monetaria que significó (Soto gastó mucho dinero en catálogos, certificados de nacimiento y defunción, entre otras cosas), quedó en manos de su viuda, Olga Barbosa, quien, escuchando el consejo de su amiga Karen Müller, decidió donarlo a la Biblioteca del Museo Nacional de Bellas Artes. Hoy, Olga observa con alegría la vida que cobran los papeles de su esposo en esos anaqueles, con estudiantes universitarios e investigadores revolviéndolos, desordenándolos. "Era lo que él quería, que eso se difundiera". Doralisa Duarte, jefa de la biblioteca, cuenta que las donaciones y los canjes son las principales maneras en que adquieren material. Así, se han enriquecido sus colecciones gracias al legado de la biblioteca del crítico de la Universidad de Chile Alberto Pérez, y hace poco la de Antonio Romera, también crítico y dibujante. La primera donación recibida fue la del archivo del escultor Samuel Román. Pero no sólo de regalos vive esta biblioteca: también practica el ancestral trueque (o "canje") con otras instituciones a nivel mundial: "Intercambiamos catálogos y publicaciones con museos de E.E.U.U., Japón, Latinoamérica, Europa, hasta de Australia", dice Doralisa Duarte. Por esto conservan una buena cantidad de libros en otros idiomas. Pero lo más valioso es el archivo de recortes sobre artistas chilenos. "Desde que llegué en 1977 existe un archivo de artistas chilenos y de actividades del museo, había una agencia de recortes, llegaban todos los días y los clasificábamos con ayuda de estudiantes de Estética de la U.C.", agrega la bibliotecóloga. Luego el archivo tuvo que ser sometido a un proceso de conservación para que pudiera perdurar: "Por años prestábamos el material directamente a los usuarios. Pero es un material frágil, que se quema y se aja con el tiempo, y también se desgasta por el uso y las fotocopias. Entonces cuando ya hay muchos archivos -Matta tenía cerca de ocho archivadores- se hace un trabajo de conservación: lo fotocopiamos entero, lo compaginamos y le hacemos un índice, y esa copia queda a disposición del público" cuenta Duarte. [!b:Diccionario de artistas en la web] A partir de este archivo -que ha ido enriqueciéndose con las donaciones y el trabajo diario de los funcionarios- surgió el proyecto de sitio web sobre [!b:[!i:www.artistasplasticoschilenos.cl artistas plásticos chilenos]] impulsado por la Biblioteca del Museo, que hoy abarca a 800 artistas, con una reseña biográfica y crítica e imágenes de sus obras. Un diccionario virtual, que de alguna manera realiza el proyecto de Jaime Soto, aunque la investigadora Karen Müller (que trabajó con Soto originalmente) también lleva un registro de artistas que ya supera los cinco mil nombres. Es decir, aún queda mucho trabajo. "El sitio lo actualizamos diariamente" dice Doralisa Duarte, "tenemos que ver siempre los diarios por si hay novedades. A través de Internet nos envían información o correcciones, los mismos artistas completan sus fichas, y queremos seguir sumando autores". La página comenzó a funcionar el año 2000. "Lo ve todo el mundo, a la hora que quiera y de donde sea, es como una extensión de nuestro servicio, que por lo demás tiene un horario bastante limitado, pues en la mañana nos dedicamos a ordenar y procesar material, y sólo en la tarde se atiende al público" dice Duarte. De martes a viernes, entre las 14:00 y las 17:45 hrs. la pequeña biblioteca -que en sus inicios era utilizada sólo por el personal del museo- recibe a estudiantes universitarios e investigadores que van a profundizar la búsqueda de información luego de visitar el sitio. Ya no llegan escolares a pedir información básica, ya que ésta se encuentra en Internet y existe además un Departamento Educativo para atender sus consultas. El próximo proyecto es desarrollar guías didácticas a través de la web, que los profesores puedan consultar antes de llevar a los niños al museo. La palabra quietud n